• Antiguos buses de servicio público regresaron pero con nuevas funciones: desde una cómoda habitación hasta un supermercado rodante

Por Gerardo Solís Mora 

Para muchos, subirse a un autobús puede ser algo tedioso, poco placentero, ¿pero qué pasa cuando se ese autobús representa actividades más placenteras, como ir de compras o descansar como en un hotel 5 estrellas?

Hay emprendedores que han sacado provecho de estos medios de transporte y se las ingenian para impulsar nuevos negocios y así hacerle frente a la crisis económica.

Han convertido estas estructuras viejas y ahora brindan diferente servicios, desde lugares de hospedaje hasta supermercados ambulantes.

De esta forma y gracias al ingenio de algunos, estas viejas unidades pueden alargar su vida útil.

¿Cómo surgieron estos emprendimientos?

La Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) ha indicado que el tiempo de vida de los autobuses de servicio público es de 15 años máximo, mientras que los del transporte de estudiantes es de 20 años.

A partir de ese momento, muchas de esas unidades “retiradas” se pueden conseguir en los cementerios de buses, una hojalatería o, incluso, directamente en la empresa de transporte.

Calixto Pérez, colaborador de Autotransportes Pavas, comenta que tienen un plantel o “cementerio de buses” en Santa Ana. Este es frecuentado por las personas que quieren emprender en este tipo de negocios.

Afirma que los precios son muy variados, dependiendo del modelo o el estado físico de la estructura.

Cambio extremo

Bernardo Urbina, un reconocido arquitecto, por ejemplo, convirtió un autobús Bluer Bird 1986 en una habitación de cinco estrellas que ahora ofrece a sus clientes mediante la plataforma de hospedaje Airbnb bajo el nombre de “Santos Skoolie”.

Su autobús se encuentra en lo alto de una montaña, cerca del lago Arenal, con una vista bastante buena para los visitantes.

Este autobús daba un servicio en la comunidad de Grecia, en Alajuela. La inversión inicial fue de un poco más de ¢1 millón solo para reconstruir la carrocería.

Urbina no sabe quién fue su primer dueño, pero sí que este bus ha pasado a mejor vida, pues ahora es una obra de arquitectura y hospedaje.

La transformación de este Blue Bird fue interesante, pues a la carrocería original se realizó un anexo que funciona como balcón y el techo se le elevó un poco más, lo que permite a sus usuarios moverse libremente por el interior.

Móvil market

Otro gran ejemplo de emprendimiento es el de Perla Chevez, quien transformó un autobús Daewoo del año 2000, que brindaba servicio de transporte público en Guanacaste

Luego de sus años de servicios entre la provincia blanca (Liberia) y San José, este autobús –que ya había cumplido su vida útil– ahora sigue moviéndose en las calles josefinas como el “Móvil Market 1070”.

“Hemos tenido que reinvertimos en esta pandemia y pensar que debemos servir a las poblaciones más vulnerables”, apunta Cheves, quien desea llevar su autobús hasta cualquier parte del Valle Central con el fin de que los adultos mayores tengan un servicio de supermercado en la puerta de su hogar o en los asilos de ancianos.

Chevez está satisfecha con su decisión, pues ahora un bus que posiblemente terminaría convertido en chatarra le da sustento económico.

“Mis clientes están satisfechos; tienes que ver la cara de los abuelitos”, añade.

La transformación de esta unidad móvil fue más elaborada y con mucha atención a los detalles, pues como lo dice su nombre, es un completo supermercado.

En su interior ofrece todo tipo de abarrotes, congelados y hasta verduras. Los clientes solo deben pedirlo por teléfono o enviando un mensaje por WhatsApp.

Chevez no deja de señalar que tienen un estricto manejo de los alimentos y son cuidadosos con la permanencia de los clientes dentro del bus, además de que el aseo y la desinfección es permanente.

El Móvil Market está completamente equipado y adaptado para que los adultos mayores puedan hacer sus compras de forma segura, con un servicio prácticamente personalizado. Incluso, pueden pagar los servicios públicos.

Cambio de actividad

Se consultó al Consejo de Transporte Público (CTP) sobre las regulaciones que afectan a este tipo de estructuras, pero señalaron que, en el caso del Móvil Market, no existen, ya que han dejado de transportar pasajeros y se manejan como cualquier otra unidad móvil que transita por las calles.

Al igual que estos dos emprendedores, muchas otras personas buscan la forma de salir adelante con la ayuda de buses viejos.

Las autoridades del CTP no tienen una cifra exacta de cuántos autobuses que han dejado de circular para convertirse en otras fuentes de ingreso.

Tanto Urbina como Chevez no descartan comprar otras unidades para demostrar que en tiempos de crisis económica lo mejor es reinventarse y hacer que los buses viejos sean un medio de ingreso económico, pues como dice el dicho y lo afirman ellos: “La basura de muchos, es el tesoro de otros”.

*Esta nota es parte del convenio con Digitus CR, el laboratorio de innovación y producción de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad Federada San Judas Tadeo.