• Consideran que la reforma atenta contra la estabilidad, los derechos humanos y laborales de los trabajadores.

Redacción-La Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aprobó una serie de reformas al régimen tras la consulta pública donde la edad para pensionarse se mantiene en 65 años para mujeres y hombres. 

También se le niega a los hombres solicitar el retiro anticipado por vejez y solo permite a las mujeres solicitarlo, pero se ajusta la edad mínima: a partir de los 63 años con 405 cuotas y para edades superiores de conformidad con el artículo 50 vigente del reglamento del IVM.

La Unión Médica Nacional (UMN) rechazó totalmente la reforma al régimen Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) pues considera que es una bofetada para los trabajadores de Costa Rica.

Señalan que en medio de una pandemia que ha causado muerte y desolación en la economía de los trabajadores del país, la Junta Directiva de la CCSS tomó una decisión nefasta que golpea profundamente la estabilidad, los derechos humanos y laborales de todos los trabajadores que mantenían la esperanza de obtener una jubilación digna. 

Los Médicos señalan que elevar la edad de pensión para los hombres hasta los 65 años sin derecho a obtener una jubilación anticipada y para las mujeres la subieron a los 63 años pudiendo adelantar el retiro, todo lo cual significa en pocas palabras un retroceso en los derechos laborales y un duro golpe para las mujeres trabajadores que de nueva cuenta sufren las consecuencias de un régimen neoliberal regresivo.

 Manifiestan que este acuerdo es un atentado contra nuestro estado de Derecho y pone en jaque la esperanza de vida de los trabajadores.


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La UMN considera que con la reforma acordada la economía tendrá un impacto totalmente negativo, esto por cuanto no sólo se aumenta la edad de retiro, sino que el porcentaje se disminuye y si a esto se le suma el vertiginoso aumento en el costo de la vida, el panorama para los costarricenses pinta triste y angustiante.

Los Médicos señalan que la calidad de vida para un hombre que debe pensionarse a los 65 años y para una mujer a los 63, simboliza un impacto nocivo en una sociedad donde las condiciones socio-económicas cada vez están peor.

“Estas siete personas le están cargando a la clase trabajadora todos los errores y horrores cometidos en la administración del régimen de pensión. Queda claro que, para la mayoría de la Junta directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social, los culpables son los trabajadores y como tal tienen que pagar con más trabajo y aporte. Esta decisión es absolutamente injusta, regresiva y contraria a la dignidad humana.  De acuerdo con todo lo indicado nuestra agrupación sindical llamará a una asamblea a todos sus afiliados con el fin de analizar las acciones que deban tomarse desde el punto de vista sindical, legal y cualquier otra que sea pertinente en resguardo de los derechos laborales de todos los trabajadores”, concluyeron.