Su familia la llevó a probarse el vestido de sus sueños. Foto: Angela Strozier
  • Una injusta realidad fue lo que tuvo que atravesar Martha Trucker, pero tuvo un final feliz
  • «Desearía que él (su esposo) me hubiera visto», dijo.

Redacción – El racismo en la época de los 50, le impidió utilizar el vestido de novia de sus sueños para el mágico día de su boda. Ahora, a sus 94 años de edad, logró cumplirlo. La estadounidense Martha Trucker se pudo vestir con un hermoso vestido blanco de encaje t mangas largas, justo como el que siempre quiso para dar el «sí, acepto».

Fue en 1952 cuando, previo a su boda en Birmingham de Alabama, le prohibieron entrar a una tienda de novias debido al color de su piel.

«Ni siquiera pensaba en comprar un vestido de novia porque sabía que no podía entrar a la tienda», dijo Trucker.

Esta conmovedora historia fue publicada por el medio de comunicación internacional Infobae, donde evidenciaron los terribles actos que ella y todos los ciudadanos afrodescendientes tuvieron que soportar, como la discriminación hasta para un vestido de bodas.

Los blancos impedían que las personas negras se probaran ropa en las tiendas y las leyes en Brimingham prohibían que estos ciudadanos fueran atendidos en el mismo restaurante o trasladarse en el mismo vehículo que los blancos. 

Encaje, manga larga y hasta un velo: todo lo que Trucker siempre soñó en un vestido

«Siempre me ha entristecido porque sentía que debería haber podido usarlo si quería», relató Trucker.

Su nieta Angela Stroizer, de 46 años, fue quien tuvo la idea tras ver la película ‘Un príncipe en Nueva York’, donde su abuela le dijo durante la escena de la boda: «siempre he querido usar un vestido de novia. He estado esperando mucho tiempo desde que me casé».

Sus nietas la acompañaron en el especial momento. Foto: Angela Strozier

Así fue como, casi 70 años después de su boda, su familia la llevó a la tienda de vestidos de novia David’s Bridal. La cita para la prueba fue el 3 de julio de este 2021 y, previo al momento, la maquillaron para hacerla sentir como toda una reina.

Aunque la estilista de la tienda, Mary Adams, sabía que no iban a comprar el vestido, le brindó la atención que cualquier otra persona recibiría e incluso le dio un tour por el establecimiento.

Trabajadoras de la tienda la hicieron sentir como una verdadera novia. Foto: Angela Strozier

Luego de observar varios de los vestidos, Trucker señaló un particular vestido en un maniquí y dijo muy entusiasmada: «ese vestido tiene mi nombre».

Salió con una sonrisa de oreja a oreja del vestidor y dijo «mi sueño se cumplió».

«Me hizo sentir como una verdadera novia. Desearía haber estado en ese vestido cuando me casé. Desearía que él (su esposo) me hubiera visto», dijo Trucker al recordar a su esposo que falleció en 1975.

«Todo el mundo quedó asombrado. Fue un momento precioso. Cada parte de mi estaba feliz de que ella estuviera contenta. Sé lo que significa para ella, y por eso significó mucho para mí», dijo su nieta Erica Trucker, de 36 años.

Ahora, Trucker tiene cuatro hijos, 11 nietos, 18 bisnietos y un tátara nieto, pero también el sueño cumplido de verse en un vestido blanco de novia.