Foto: Rayados.
  • Campbell entró a la cancha al minuto 61 

Redacción – ¡Es enorme! Es la frase que describe muy bien el sensacional nivel de Joel Campbell, que brilló con una magnifica asistencia en empate de 1-1 de los Rayados del Monterrey ante el Cruz Azul en la Liga MX.

El mítico Estadio Azteca fue el escenario del compromiso, que vio como el costarricense fue relegado a la banca por Javier «Vasco» Aguirre en el inicio del duelo ante el actual campeón de tierras aztecas.

Estos dos colosos del fútbol mexicano dieron un gran espectáculo con un partido llenó de intensidad, pero sin opciones claras de anotar, lo cuál llevó al timonel de Rayados a tomar medidas y al minuto 61, metió a la cancha a Joel Campbell.

Con la llegada del nacional, Monterrey ganó un hombre pícaro y con ganas de ayudar en la cancha, lo cuál se hizo notar desde el primer momento que ingresó.

Eso sí, aunque los Rayados eran más, Cruz Azul encontró el 1-0 con un gol de penal de Jonathan «Cabecita» Rodríguez, que con una estupenda definición.

Campbell tomó la batuta de los Rayados y empezó a darle dolores de cabeza al Cruz Azul, que se quedó con 10 jugadores al minuto 86 por causa de una dura falta de Ignacio Rivero al delantero costarricense de 29 años.

Esa falta hizo que el referí no titubeara para expulsar al uruguayo. Tras varios instantes en el suelo, el tico se levantó más fuerte y al minuto 90, mostró su enorme calidad con una sensacional asistencia para el gol de José «Plátano» Alvarado.

Alvarado aprovechó el gran pase de Campbell para definir de cabeza y así vencer a Jesús Corona, que por más que intentó no pudo tapar el testarazo del rival.

Ese tanto fue festejado por todo lo alto por el Vasco Aguirre, ya que vio como sus muchachos lograron robarse un punto ante el campeón mexicano y así continuar invictos en las primeras cinco fechas, donde suman 9 puntos por dos triunfos y tres empates.

Por su parte, la afición del Monterrey está fascinado con la calidad y talento del costarricense, que goza en el equipo regiomontano con muchos reflectores, lo cuál habla bien de sus grandes condiciones en la institución conocida como «La Pandilla».