• Todo puede cambiar en cuestión de minutos. Esto lo pueden confirmar Alex y Rebe, cuya historia impacta vidas

Por Keylor Suárez 

Un día, uno más, a priori sin tener mayor diferencia que otros, salís de la casa, vas a el trabajo o a cualquier otro lugar; de pronto la jornada termina y nunca te imaginas que en cuestión de minutos podrías encontrarte cara a cara con la muerte.

Así fue la historia de Alex Reyes y Rebeca Salazar. Un día –como cualquier otro– salieron de su casa. Allí dejaron a sus cuatro hijas con un familiar, desconociendo que estaban cercanos al mayor susto de sus vidas.

Era la noche del 19 de septiembre de 2020. Alex manejaba el carro y perdió el control. En aquel accidente perdió sus brazos y quedó en tal posición que no podía ver a su esposa.

Desde ese momento todo cambió: Alex y Rebe sobrevivieron al accidente y ahora cuentan su testimonio a muchas personas como guías de motivación y dando cuenta del milagro de vida.

Transformadores de vidas

Eran las 5 de la tarde del día pactado para la entrevista por Zoom. Alex y Rebe me atienden desde Santa Ana con mucho entusiasmo para hablar sobre su nuevo comienzo.

Desde que empezó la conversación, se apreciaba un ambiente de paz, amor, motivación y fortaleza.

Lo que este matrimonio tiene para decir, puede generar un llanto que eriza la piel o una gran felicidad y agradecimiento por cada segundo que la vida ofrece.

Estar en coma por 19 días es estar más allá que aquí. Y esto es lo que Alex pasó durante casi tres semanas. Totalmente dormido tras el impacto que le ocasionó lesiones en sus brazos y la cabeza.

Pasan los días; Alex empieza a reaccionar. Todos quedan sorprendido porque definitivamente es un milagro.

Rebeca, su esposa, ha sufrido graves heridas en su cabeza y cuerpo, pero se recuperó rápido. Ella solamente anhelaba que pasaran los minutos para volver a ver su marido con sus hijas y darle un caluroso abrazo.

Alex Reyes actualmente está recibiendo diferentes terapias y su recuperación ha sido notoria. A pesar de no contar con sus brazos, nada le impide seguir adelante. Luchar día a día se convirtió en una práctica y un buen ejemplo es la constante rutina de nadar: Alex práctica natación sin brazos. Un campeón de la vida.

¿Antes te gustaba nadar Alex?

Pues… me gustaba como lo hacía la gente (no para de reír). Era pésimo y más bien una vez en la playa casi ahogo a Rebe intentando, fallidamente, rescatarla.

¿Pero ahora si te gusta nadar?

Claro que sí.

Alex también contó que sus cuatro hijas le ayudan en todo y entre risas dijo que le tienen demasiada paciencia y que la unión familiar nunca falta.

Visitar varias congregaciones sin importar la religión para contar su testimonio se volvió uno de los mayores pasatiempos de Alex y Rebe.

“Cuando contamos nuestro testimonio, muchas personas quedan impactadas y a pesar de no conocer a nadie, nos hacen sentir como en casa”, afirmaron.

Otra de las cuestiones a resaltar es el regreso de Alex al trabajo. En su primer día se levantó animado y también un poco nervioso.

 

–¿Cómo hace para trabajar sin brazos?

Pues sencillo. Primero, en la vida todo se puede lograr y segundo, todo lo hago por reconocimiento de voz y recibiendo mucho apoyo de mis compañeros.

Unidos por el amor

Alex, ¿Quién es Rebeca para vos?

–Rebe es todo para mí. Está muy pendiente. Le toca aguantarme todo el día y además es una mujer llena de amor.

Rebeca, ¿Quién es Alex para vos?

–Significa todo; es mi familia, esposo y amigo. Estoy convencida de que es el hombre de mi vida y lo amo como el primer día.

Dos personas llenas de optimismo pese a atravesar pasar una situación critica. Con plenas energías y ganas de vivir, agradeciendo cada minuto de tu vida.

Llegando al final de la entrevista, aparecieron las infaltablaes palabras de aliento.

“¡Mae, todo a mí me sale mal y no sirvo para nada! Las personas que dicen eso deben saber que valen un montón. Siempre hay que buscar nuevas oportunidades y esforzarse”, mencionó Alex Reyes.