Todo empezó con una ilusión de viaje, pero terminó en pesadilla. Fotos: Gabriela Riascos para AM Prensa
  • Una mujer entró en labor de parto mientras estuvo retenida junto a la costarricense, pero tuvieron que rogar por auxilio
  • La tica logró contactar a su familia con un celular escondido

Redacción – El pánico de no volver a a ver a su hijo, temor por su integridad física y emocional y el «¿qué va a pasar?» con su familia, su negocio y sus amigas que la esperaban, fue parte de todo lo que se le pasó por la cabeza. Un tipo de secuestro es lo que describe Gabriela Riascos, costarricense retenida en el aeropuerto de Cancún el 17 de setiembre.

Las intenciones de Riascos no eran quedarse en México ni pasar a Estados Unidos. Tiene respaldo de su negocio en Costa Rica, su hijo quien también está aquí y no tiene ningún pendiente judicial. También tenía su tiquete de regreso para el lunes 20 de setiembre. ¿Por qué no le permitieron pasar? La costarricense contó su pesadilla a AMPrensa.com y compartió material exclusivo.

«¡Por favor, haga algo! Mueva algo, haga una publicación en Facebook. Etiquete a CNN, a la ONU, lo que sea, pero por favor que nos ayuden. (…) Nos tienen aquí como perros. (…) Hay una muchacha, ya va a dar a luz. Estamos haciendo un desmadre porque ya va a tener el bebé aquí». 

Su fin era visitar a sus dos amigas que viven en Cancún -una mexicana y otra costarricense-, celebrar el cumpleaños de la tica y conocer las bellezas de la zona, pero terminó dentro de cuatro paredes en condiciones deplorables.

«Todo está en orden, no tiene nada en contra, pero no la voy a dejar pasar (a Cancún) porque su mejor amiga no tiene residencia», le dijo el dependiente de migración.

Ante la respuesta de Migración, la costarricense les mostró el permiso de su amiga para permanencia legal el México por 180 días; sin embargo, ellos le exigían una residencia.

«Están en todo su derecho de negarme la entrada. El problema es cuando me encierran, me privan de todos mis derechos y el trato que me dan en esas condiciones tan deplorables», indicó Riascos a AMPrensa.com.

Empieza la pesadilla

Las autoridades migratorias indicaron que debía regresar a Costa Rica, le decomisaron todas sus pertenencias -incluso su pasaporte y su celular- y la llevaron a un cuarto reducido durante 19 horas en malas condiciones, sin agua potable, papel higiénico, jabón ni comunicación alguna.

Apenas le dieron un corto tiempo para conversar con sus familiares y su hijo, su mayor motivación. Luego, quedó incomunicada.

«Te quitan el acceso a todo. No tenés acceso a agua potable. Era muy desesperante, no solo mi situación, sino también la de los demás. Ahí habían niños, yo tengo un hijo, yo pensaba en él. A ellos tampoco les dan comida, hasta que les dé la gana, no les importa nada», explicó.

Dentro de ese cuarto, vivió todo lo negativo que jamás imaginó. Pasó frío y hasta presenció cuando una embarazada extranjera, en las misma situación, entró en labor de parto. Eso sí, cuenta que no tuvo hambre, porque las condiciones eran tan malas que su apetito se quitó por completo.

Afortunadamente, una persona logró ingresar un celular escondido a ese cuarto y Riascos lo utilizó para comunicarse con su hermana. La llamó y le envió audios, compartidos con AM Prensa, para pedir ayuda.

Ver a su hijo y volver a su país: lo que Gabriela le pedía a Dios

Las pequeñas cosas que el ser humano da por sentado, fueron las que Gabriela valoró más durante ese «viacrucis» vivido. Tanto así que, cuando se montó al avión se regreso a Costa Rica el 18 de setiembre, se pidió una pequeña botella de vino, unos frutos secos con chocolate y unas papas tostadas, todo eso le supo a gloria. «Me sentía la más millonaria», dijo.

Lo único que quería era que este episodio terminara y poder ver a su amado hijo. Cuando se montó al avión, lo único que sintió fue agradecimiento con Dios por permitirle regresar con salud a pesar de la mala experiencia.

Después de la pesadilla

Ahora, Riascos cuenta que tiene problemas para dormir y falta de apetito debido al trauma. La situación le generó mucha ansiedad y pensar en un futuro viaje la aterroriza.

También se está asesorando con una abogada para presentar todas las evidencias necesarias y denunciar la violación de derechos humanos en el aeropuerto de Cancún.

Gabriela recomienda a las personas que quieran viajar a México que lleven toda la evidencia necesaria para comprar que solo pasarán unas vacaciones. Asegura que, en algunos casos, rechazan las reservas de plataformas como Airbnb. Sugiere llevar invitación de la familia si su viaje es por visita, o la reservación de hotel.

Este no es el primer caso similar que se da a conocer. Recientemente, una costarricense iba a visitar a una familia y también fue retenida en el aeropuerto de Cancún. Su familia denunció su desaparición ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y posteriormente fue regresada a Costa Rica.

Además, medios de comunicación mexicanos han compartido las historias de los extranjeros de diversos países que viven la misma historia que Gabriela, lo que respalda su versión.

Vídeo viral

Gabriela compartió toda su experiencia con un detallado vídeo a través de Instagram. Puede verlo completo aquí: