Perros atendidos en Guatuso y Suretka. Foto: Humane Society International
  • Familias acudieron a los puestos de atención para que sus mascotas recibieran atención veterinaria

Redacción – Las inundaciones dejaron comunidades, viviendas, familias y hasta mascotas afectadas, pero veterinarios voluntarios devuelven esperanza tras los desastres en el Caribe y la Zona Norte.

Son más de 1.250 mascotas, principalmente perros y gatos, los que reciben atención por parte de veterinarios voluntarios, quienes cumplen con su labor en toldos provisionales, ranchos y en donde lo amerite.

Puesto de atención en Suretka. Foto: Humane Society International

Los voluntarios se unieron a Humane Society International (HSI) y esta ONG coordinó con el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y otras organizaciones de bienestar animal para hacerlo posible.

En agosto instalaron las clínicas móviles en cinco de las comunidades señaladas como prioritarias por las autoridades: en San Rafael y un territorio Maleku, en Guatuso, Sixaola, Suretka, Naranjales y en Sarapiquí. 

A la mayoría de los perros y gatos se les brindó atención para tratar afecciones de piel provocadas por las inundaciones, vacunación contra la rabia, desparasitación, tratamiento antipulgas, limpieza de heridas y terapias de antibiótico o antiinflamatorio.

Mascotas reciben revisión básica. Foto: Humane Society International

Además, Senasa donó alimento y otros insumos para los animales como platos, collares, correas y cobijas. 

«Los animales también sufren reciben el impacto de los desastres naturales, ya sean inundaciones, erupciones volcánicas o terremotos; es por ello que en HSI apoyamos a las entidades gubernamentales en la atención veterinaria de emergencia de las mascotas que han sido afectadas», indicó la directora ejecutiva de HSI Latinoamérica, Andrea Borel.

HSI cuenta que decenas de personas llegaron con sus mascotas para que recibieran atención veterinaria básica tras la convocatoria de los comités locales de emergencia y organizaciones comunales.

Borel también considera importante que, tanto los animales de compañía como los de granja, sean tomados en cuenta en los planes de emergencia familiares, locales y nacionales.