• Asegura que su renuncia responde al error en las criticadas pruebas del viernes

Redacción – El error en las cuestionadas pruebas FARO realizadas el pasado miércoles se presta para un «escándalo político», según el criterio de la ahora exministra de Educación, Guiselle Cruz Maduro.

La jerarca indicó lo anterior en su carta de renuncia dirigida al presidente de la República, Carlos Alvarado, presentada el 14 de noviembre.

«Lamentablemente nuestro país está atravesando una crisis política compleja, que no permite visualizar con responsabilidad y mirada larga, los intereses supremos de la patria. Un error técnico es suficiente para montar un escándalo político que paraliza a la Asamblea Legislativa y pone en riesgo la agenda de proyectos necesarios que usted como Presidente presentó y lidera, para sacar al país de la crisis fiscal y el estancamiento económico», escribió Cruz.

Cruz fue enfática, en esa misma carta, en que el error en la recolección de datos y una extensión inadecuada de los cuestionarios, provocan su renuncia, pero también resaltó el proceso de estas pruebas fue «satanizado» por la opinión pública y los intereses políticos electorales.

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También hace referencia al beneficio que traen las pruebas FARO al sistema de educación nacional al ser un sistema modernizado que permite una más atinada evaluación para el beneficio del estudiantado, contrario a los exámenes de bachillerato.

La prueba fue cuestionada porque, además de su contenido, duró entre cuatro y cinco horas.

Niños y niñas con edades entre 10-12 años tuvieron que permanecer en un aula rellenando «bolitas» para responder numerosas preguntas para que, según el MEP, pudieran conocer cuánto influye el contexto en las calificaciones.

Entre las preguntas destacaban las que consultaban el tipo de cielo raso que tenía su casa de habitación, si esta era propia y completamente pagada; alquilada o prestada, el estado de las paredes y del piso.

En un comunicado, el MEP reconoció que se trató de un error:

«Hubo un error en su elaboración, pues se obvió que una prueba tan larga era inadecuada para ser aplicada a niños y niñas de 11 o 12 años y que algunas preguntas, no se formularon adecuada ni oportunamente», dice la cartera.