Redacción.  “La erupción ha terminado”. Con estas palabras Julio Pérez, consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, anunció  que la actividad del volcán de Cumbre Vieja ha llegado a su fin.

Una noticia sin duda muy esperada por los habitantes de la isla de La Palma, en el archipiélago canario, que reciben la información en el día de Navidad y tras tres meses en vilo por su actividad.

“El fin de la erupción no significa el fin de la emergencia, significará el comienzo paulatino, gradual y ordenado del realojo y el comienzo de las pruebas que podamos hacer para actuar sobre la lava y restablecer las comunicaciones”, añadió Pérez.

Concretamente, el volcán inició su actividad el pasado 19 de septiembre. En este tiempo, y con los últimos datos del Catastro facilitados por el Cabildo de la Palma  se conoce que su actividad destruyó 1.676 edificaciones, de las que 1.345 eran de uso residencial.

Por otro lado, los datos facilitados por el satélite Copernicus demuestran que la lava emanada ha cubierto 1.241 hectáreas de terreno, de las cuales 370 corresponden a superficie de cultivo.