¿Podrá Costa Rica dar el siguiente paso luego de que con el 58% de los votos el pasado mes de octubre se aprobará la legalización de la marihuana para uso médico?

Por Neils Soto para Digitus CR

El pasado mes de octubre la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó el consumo de la marihuana para uso medicinal. De los 57 escaños, el 58% votaron a favor, haciendo falta solo la firma del presidente Alvarado para la aprobación final.

«Esta ley marca un hito porque abre un nuevo mercado que beneficiará al sector agrícola afectado en los últimos años. Lejos está de significar un portillo para el consumo de drogas. Confío en que el presidente Alvarado lo ha comprendido y no la vete», dijo la diputada independiente Zoila Volio, una de las proponentes de la ley.

Pero si el presidente decide rechazarla, se tendría que llevar a votación nuevamente. Pero para eso, se tendrá que obtener el aval de la mayoría calificada. Cabe resaltar que el presidente apoyó en el 2020 el uso del cáñamo, el cual también es proveniente de cannabis.

Con este paso, Costa Rica se estaría uniendo a países como Uruguay, Colombia, México, Canadá y algunos estados de Estados Unidos, como los únicos países de América en legalizar el uso de la marihuana, aunque, no todos autorizan el uso recreativo.

¿Cómo es el caso de México? Antes era permitido poder cargar cinco gramos para consumo individual, pero ocho de los once magistrados de la Suprema Corte votaron para impedir el consumo lúdico. Finalmente esto fue vetado, quedando para su libre uso nuevamente.

Por su parte, Colombia permite a los habitantes el cultivo de hasta 20 plantas, las cuales pueden ser utilizadas únicamente para su consumo personal y no con otros fines. Países como Uruguay, Canadá y algunos estados de Estados Unidos, si han aprobado el uso recreativo de la marihuana. El primero fue el país sudamericano, el cual se convirtió el primero en el mundo en aprobar el uso recreativo en 2013, con regulación del estado.

Pero, ¿qué beneficios se tiene al aprobar el consumo recreativo? Como lo hizo Uruguay, Canadá también aprobó el uso recreativo de la planta siendo regulada por el estado. Desde el momento de su legalización en el 2018, el país norteamericano ha visto un incremento exponencial en sus ingresos gracias a esto. Por mes se estaba generando una cantidad de 152,1 millones de dólares y al cierre del año se ingresó alrededor de dos mil millones de dólares, cantidad que va en aumento debido a la gran cantidad de consumidores de cannabis.

Cabe resaltar que la edad mínima para consumir es de dieciocho años y que la cantidad
permitida para portar son treinta gramos. Esto en un país como Costa Rica tendría un impacto casi inmediato en la economía.

La legalización del uso medicinal es sin duda un paso hacia adelante y se encamina a que en algún momento se entablen conversaciones para la valoración de la aprobación de su uso recreativo en el país, sea regulada por el Estado.

Con el Estado regulando su uso y todos sus instancias de producción, los habitantes tendrían más facilidad para conseguir cannabis bien procesado, de buena calidad y libre de muchos otros productos, pero esto no quiere decir que la venta ilegal vaya a dejar de fluir.

Se sabe que, entre mayor calidad, más elevado es el precio, sin contar los impuestos que se colocarían sobre la misma. Por ende, la venta ilegal continuaría, ya que muchas personas van a seguir prefiriendo conseguirla de la manera “tradicional”, de menor calidad, pero con un precio
mucho más accesible de los que manejaría el Estado.

Abrir las puertas a una posible legalización, de una u otra manera va a beneficiar al país, ya que se obtendrán muchos ingresos, porque mucha gente va a querer pagar por buena calidad.

Solamente falta la firma de Carlos Alvarado para que el uso medicinal quede aprobado. Con su rúbrica, Costa Rica estaría colocándose entre muchos de los países que la utilizan de esta manera. Sería un avance y porque no pensar en un paso hacía una futura legalización de manera recreativa.

*Esta nota es parte del convenio con Digitus CRel laboratorio de innovación y producción de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad Federada San Judas Tadeo.