Redacción-En tres semanas dará inició las votaciones presidenciales en Costa Rica y los ticos aún no muestran interés en informarse sobre los 25 candidatos que se disputan la silla para los próximos 4 años.

Datos revelan que  la atención de los costarricenses no calienta suficiente,  así se refleja en los debates organizados entre el 09 y el 12 de enero de 2022, por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).

Según el Observatorio Digital de la Comunicación, de cada 10 televidentes que vieron los debates, solo 3 fueron mujeres, además, se estima que los costarricenses solo vieron una tercera parte del contenido de los debates presidenciales.

Además, durante los cuatro días de debates del TSE se generó un volumen de 10.253 menciones alrededor de los candidatos políticos, donde se destaca en los primeros lugares de la conversación a los candidatos José María Figueres (1.792 menciones), Eli Feinzaig (1.584) y Natalia Díaz (1.184 menciones).

También, destacaron por primera vez en los primeros cinco puestos a otros candidatos que han estado en grupo de los “invisibles” como John Vega (1.065 menciones) y Rodolfo Piza (921 menciones).

Conclusiones adicionales del sétimo reporte:

  •  A pesar del anuncio previo de los debates nacionales, no se contó una audiencia masivavque consumiera los mismos.
  •  La composición de la audiencia televisiva que vió los debates presidenciales deja por fuerava mujeres jóvenes y de bajo nivel socioeconómico; lo cual debería de estudiarsevposteriormente, ya que las mujeres son el 50.29% del padrón electoral para las eleccionesv2022.
  •  El segmento en que las personas candidatas se preguntaban entre sí, fue la sección que generó mayor audiencia, interés y reacción de los costarricenses; algo que se podría tomar en cuenta para futuros formatos de debates presidenciales.
  •  Estos debates permitieron que candidatos “invisibles” en la conversación digital, tuvieran una exposición importante.
  •  Estos debates permitieron también para algunos candidatos presidenciales una transición de comentarios negativos hacia neutros; lo cual, los podrían hacer más “potables” para lo que viene por delante en la campaña electoral