Imagen: Medio internacional El periódico/fin ilustrativo
-Expertos aseguran que la entrada de aire con partículas en suspensión no se daba con esta fuerza desde hace «décadas»
-El fenómeno es una especie de niebla no acuosa, al no estar formada por gotas, sino por partículas de polvo en suspensión.

Redacción: La causa del color naranja fuerte en los cielos de España se debe a un enorme manto de polvo en suspensión también denominado calima, procedente del desierto del Sáhara. Mismo que ha penetrado en la Península y Baleares provocando escasa visibilidad y baja calidad del aire.
El sureste español contempló cómo sus cielos comenzaban a adquirir una insólita tonalidad anaranjada y cómo gran cantidad de polvo cubría los autos y el pavimento. Poco después, esa situación se extendió al centro y al noroeste del país.
Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet, manifestó, que dicha calima es una especie de niebla no acuosa, al no estar formada por gotas, sino por partículas de polvo en suspensión.
Asimismo, detalló que la misma persistirá hasta el  jueves 17 de marzo, si bien las jornadas más intensas corresponderán «al martes y al miércoles», cuando la turbiedad del aire y la presencia de arena seguirán siendo notables.
«La calima y el polvo en suspensión son parte de nuestro tiempo y nuestro clima, pero esta vez es histórica» informó el portavoz.
¿Cuál es el origen?
Según expertos, en cuanto al origen de esta calima, hay que buscarlo en la borrasca Celia, un área de bajas presiones centrada en el golfo de Cádiz y el norte de Marruecos, que impulsa vientos intensos procedentes del Sáhara, muy cargados de polvo.
«La concentración es muy alta y, por esta razón, las partículas caen por gravedad en un fenómeno denominado deposición seca. Esto es lo que en muchas ciudades de España ha dado lugar a una capa de polvo importante sobre coches y también en el suelo», señaló el portavoz de Aemet.
Repercusión en la salud
Miguel Ángel Saz, profesor del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza, ultimó, que esta calima puede originar problemas de salud o agravar los ya existentes.
Además reiteró que picor de ojos e irritación de las vías respiratorias superiores son algunas de las reacciones típicas al polvo en suspensión, pues producen sequedad cuando entran en contacto con las mucosas.