• El candidato del PLN cuestionó a Chaves sobre los fondos para su campaña
  • Chaves aseguró que su partido cumplió con todo lo requerido por la ley

Redacción- José María Figueres, candidato a la presidencia por el Partido Liberación Nacional, criticó fuertemente a su contrincante Rodrigo Chaves, del Partido Progreso Social Democrático.

Figueres atizó con todo a Chaves por los cuestionamientos que se le han hecho en cuanto al financiamiento de su campaña política.

Tanto así, que el aspirante verdiblanco aseguró que si las personas votan por Chaves, lo verán salir de Casa Presidencial para ir a prisión.

Ese enfrentamiento se produjo en un cara a cara realizado durante el debate presidencial de Diario Extra, transmitido esta noche.

El aspirante liberacionista tambié destacó la desaparición de su principal accionista y la solicitud del vocal del partido que solicitó una investigación al TSE por lavado de dinero.

De hecho, Figueres consultó a Chaves que si no temía que terminar en prisión, a lo que le respondió:

«No don José María, al que le da miedo terminar en la cárcel es al que no vino a Costa Rica por 10 años».

Luego, Chaves cuestionó el viaje de Figueres a República Dominicana y los embrollos económicos en los que se ha visto Liberación, para finalizar diciendo que su partido cumplió con todo lo requerido por la ley.

Como una réplica Figueres le aseguró a Chaves que lo que decía no era así y que debía recordar que su campaña y él estaban siendo investigados por el Tribunal Supremo de Elecciones.

«Es el TSE el que anda detrás de su principal financista, es el vocal de su propio partido el que pidió que los investigaran por lavado de dinero. Es el TSE el que pidió que se abrieran las cuentas bancarias del fideicomiso que ustedes montaron», dijo Figueres.

Y continuó: Es usted el que está metido en un lío porque sabe que para usted y su vicepresidente, que es el tesorero de la campaña, eso conlleva una pena de 2 a 6 años de cárcel y, si ustedes costarricenses votan por este señor, lo van a ver salir de Casa Presidencial con esposas en las manos para pagar la condena en la cárcel.