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-Una de las opciones de ocultamiento de algunos virus son los llamados sitios inmunoprivilegiados.
-Pueden ocultarse en los testículos, los ojos y el sistema nervioso central (médula espinal y cerebro).
Redacción: El rito de invasión y replicación de virus dura unos días, y si el sistema inmunitario no es capaz de lidiar con el problema, la afección se convierte en una situación más grave que pone en peligro la vida. Poco después de la infección inicial, logran esconderse en algún rincón del cuerpo.
Según estudios dicha fase puede durar meses, años o incluso décadas. Y solo finaliza cuando las células de defensa dejan de funcionar como se espera. Seguido, la infección reaparece y vuelve a causar problemas de salud.
De acuerdo con cientos de estudios a nivel mundial, este grupo tiene varios representantes conocidos, que van desde el Virus de inmunodeficiencia humana, VIH, causante del sida, hasta el herpes simple 1 y 2, que causan llagas en la comisura de la boca y en la región genital.
¿Cómo pasan desapercibidos?
Hay varias formas en que un virus se esconde en el cuerpo. La primera de ellas es utilizada con frecuencia por la familia de los herpes.
Además del virus del herpes simple tipo 1 y 2, incluye la varicela, y el Epstein-Barr, que está detrás de la «enfermedad del beso», entre otros.
El virólogo Décio Diament, del Hospital Israelita Albert Einstein, en Sao Paulo Brasil, indicó que estos, tienen ADN como material genético y logran quedarse en el núcleo de las células, como un apéndice de nuestro propio código genético.
Cabe recordar que el ADN es el conjunto de letras (conocido en la ciencia como bases nitrogenadas) que componen el genoma. Están «alineados» en dos hilos, generalmente en el formato clásico de doble hélice.
«Estos virus de la familia de los herpes permanecen latentes durante mucho tiempo, sin replicarse muy intensamente. Consiguen inhibir las defensas internas de las células y volverse ‘invisibles’ para el sistema inmunitario», añade el médico, que también es consultor de la Sociedad Brasileña de Infectología.
¿Dónde se ocultan?
Una de las opciones de ocultamiento de algunos virus son los llamados sitios inmunoprivilegiados.
Regiones del cuerpo a las que el sistema inmunitario no puede acceder tan fácilmente, como los testículos, los ojos y el sistema nervioso central (médula espinal y cerebro).
La acción de las células de defensa está limitada en dichas zonas para evitar que el proceso inflamatorio, que se produce cuando luchan contra una infección, dañe estructuras más sensibles, como los nervios y el aparato reproductor.
Esto representa una forma de protección para el propio cuerpo, también, crea una especie de «santuario» para que algunos virus prosperen por un tiempo más.
Estudios publicados en los últimos años han encontrado zika y ébola en el semen de los pacientes, por ejemplo.
Ante la situación, el inmunólogo Daniel Mucida, profesor de la Universidad Rockefeller de Estados Unidos, afirma que el hecho de que el virus se encuentre en el semen u otras partes del cuerpo no significa específicamente que el mismo este activo y pueda causar problemas en el futuro.