• Alrededor de 16 personas llevaron el proceso durante cuatro meses.
Redacción: A través de  juegos, charlas, películas, dinámicas y espacios para la expresión de sentimientos, funcionarias del servicio de trabajo social del hospital Maximiliano Peralta Jiménez en Cartago, desarrollaron durante cuatro meses un proceso socio educativo para familiares y encargados de personas con trastorno del espectro autista (TEA).
El proyecto fue implementado por el servicio de Trabajo Social y nació a raíz de que las funcionarias identificaron una importante carencia de información sobre el tema entre pacientes, familiares y grupos de referencia (escuelas, colegios, centros de salud y otros) que podía generar riesgos a quienes padecen este trastorno.
La trabajadora social del hospital máster Marcia Leiva comentó que en ocasiones las conductas de las personas menores de edad con TEA pueden ser catalogadas como “actitudes desafiantes” o “mal manejo de límites de parte de padres o cuidadores”, cuando la realidad es otra, propiciando ambientes de maltrato físico y mental hacia estas personas.
Para lograr el objetivo el equipo de trabajo social se capacitó junto con profesionales de la Universidad Estatal a Distancia, lo que les permitió ampliar sus conocimientos y destrezas, incluso para proyectar los aprendizajes al resto de las colegas, expertos de otras disciplinas del hospital y áreas de salud.
De esa interacción se obtuvieron 40 referencias, que fueron analizadas para definir un perfil de entrada al grupo y así seleccionar a las personas participantes.
La metodología socio educativa es la que permite la construcción social del conocimiento, mediante métodos y técnicas como: charlas, juegos, películas, dinámicas y espacios para la expresión de sentimientos, a la vez que se genera un cambio social que da respuesta a las necesidades cotidianas de las personas.
El proceso socio educativo para familiares y encargados de pacientes con TEA del Hospital Maximiliano Peralta se diseñó para 20 participantes entre familiares o encargados de pacientes con este diagnóstico del área de atracción del hospital, que contaron con disponibilidad, compromiso e interés para asistir a todas las sesiones y no estaban atravesando un proceso de duelo.
A las familias sin apoyo en casa para el cuidado del hijo(a), se les da la opción de llevarlos, una trabajadora social voluntaria es la encargada del cuido y supervisión de las personas menores de edad mientras sus padres o encargado participan de las sesiones grupales.
También incluyó un subsidio económico para traslados, con las familias que lo requerían que fue aportado por el personal del hospital.