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  • Incluso propietarios de casas presionan a familias que no pueden pagar el alquiler para que vendan a sus hijos.
Redacción: En Afganistán se niegan a amamantar a sus recién nacidos por el temor de no poder vender a su bebé si «ha formado un vínculo con la madre» señala la Organización Nacional Afgana de Ayuda y Humanitaria (ANAHO).
Desde que los talibanes tomaron el poder de Afganistán, las organizaciones internacionales también han advertido que la venta de recién nacidos a extraños se ha convertido en una «práctica común».
Aunque este grotesco comercio está prohibido por los talibanes y ocurre de manera encubierta, incluso el personal de las salas de maternidad está cada vez más involucrado en facilitar las ventas, sin embargo, pocas familias admiten comprar o vender niños.
Dos parteras de hospitales gubernamentales en Afganistán comentaron  al periódico internacional The Times que sabían que el personal de las salas de maternidad había estado facilitando la venta de bebés porque «muchas madres tienen miedo de llevarse a casa bebés que no pueden permitirse alimentar».
En algunos casos, las madres han entregado sus hijos a extraños de forma gratuita con la esperanza de que les proporcionen la comida y el techo que ellas no pueden.
La organización, Save The Children dijo que si bien la práctica existía antes de la toma del poder por parte de los talibanes, ésta se ha incrementado en el último año.
Asimismo señaló que se había topado con casos de propietarios que presionaban a familias que no podían pagar el alquiler para que vendieran a sus hijos.
La Organización Nacional Afgana de Ayuda Humanitaria (ANAHO) dio a conocer que el precio de venta de un niño en Afganistán se ha desplomado debido al creciente número de «familias que ahora están desesperadas por algún alivio financiero».
Raíces de la crisis
Cuando los talibanes transformaron el país en el Emirato Islámico de Afganistán, Estados Unidos congeló 7 mil millones de dólares de los activos extranjeros del banco central.
La exclusión de las mujeres del mercado laboral impuesta por los talibanes también hicieron que Afganistán perdiera más de mil millones de dólares, según la Organización de las Naciones Unidas, ONU, lo que sumó a los niveles «catastróficos» de inseguridad alimentaria. Más de 900.000 personas se han quedado sin trabajo desde que los talibanes tomaron el control.