Foto: AMPrensa.com.
  • Masajista llegó al Monstruo gracias a Guimaraes

Redacción – Juan Gabriel Rodríguez o simplemente conocido como «Pingo» es el masajista del Monstruo que ya tiene 17 títulos nacionales formando parte del Saprissa, lo cuál habla de su exitoso período con la institución.

Su apodo nació gracias a su abuelo materno, que desde niño lo bautizó de esa forma y es por el que conocen a Rodríguez en el fútbol costarricense.

«Pingo» es uno de los chineados de la afición del Saprissa, gracias a su gran labor como masajista del equipo más ganador del país, función que inició en 1997 cuando Alexandre Guimaraes le dio la oportunidad de llegar a San Juan de Tibás.

Ya han pasado 25 años desde su llegada al cuadro morado, el equipo de sus amores con el que se da el lujo de tener 17 títulos nacionales y un total de 24 contando otras competencias donde ha estado aportando su granito de arena para el equipo.

Su enorme humildad y ganas de colaborar con el plantel, le han valido a «Pingo» para ganarse grandes amigos en el club, incluyendo jugadores que le guardan un enorme respeto al masajista, que representa a la perfección el ADN morado.


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En medio de los festejos por la copa 37 en La Cueva, Juan Gabriel Rodríguez conversó con AMPrensa.com donde sacó a relucir todos los títulos que se ha dado el lujo de celebrar con el Deportivo Saprissa, institución en la que es muy querido por su formidable labor.

«Tengo 17 títulos nacionales y ya tengo 24 contando Concacaf, Mundial de Clubes y torneos de copa que he estado con el Monstruo, son varios gracias a Dios. Con Saprissa empecé en 1997 y antes tuve la dicha de estar en Belén, fue ahí cuando Guimaraes me trajo para acá en 1997.

Todo lo mío es una colaboración al cuerpo técnico, igualmente Jeaustin Campos me pide que motive a los muchachos, meterles que no aflojen y sigan metiendo fuerte, con el fin de que todo salga bien en los partidos», afirmó Pingo a AMPrensa.com. 

Foto: AMPrensa.com.

Su personalidad y manera de ser lo convirtió en un confidente de muchos jugadores, en medio masaje algunos aprovechan para contarle problemas familiares o hasta para pedirle un consejo a este catedrático del Monstruo.