• Paciente se recupera de forma satisfactoria en su hogar a lado de su familia
  • Cirugía mínimamente invasiva permitió una recuperación más rápida.

Redacción- Ángel Guillermo Leonhardes Cantillo de 86 años tiene una mejor calidad de vida luego de ser sometido a un procedimiento de colocación de válvula aórtica, realizado de forma ambulatoria, por especialistas en cardiología y cirugía cardiovascular del hospital San Juan de Dios.

Este vecino de Alajuelita pasó la Navidad y Año Nuevo junto a su familia gracias a que fue sometido a esta técnica, que, si bien ya se había realizado anteriormente en este centro médico, esta es la primera vez que se hace en un mismo día; es decir, el paciente ingresó el 23 de diciembre pasado y ese mismo día regresó a su casa donde pudo festejar su cumpleaños, el pasado 24 de diciembre.

 ¿CÓMO SE LE DETECTÓ EL PROBLEMA EN EL CORAZÓN?

El 25 de noviembre anterior era un día poco habitual para don Ángel Guillermo, quien debía asistir al área de salud Hatillo donde debía realizarse exámenes preoperatorios con el médico internista para una operación en su ojo.

Fue en este momento, mediante una revisión exhaustiva que el médico detectó que algo no andaba bien con su corazón. Por medio del estetoscopio el especialista determinó que el paciente tenía un soplo en el corazón y que debía ser intervenido urgentemente. Días después de este diagnóstico don Guillermo empezó a presentar quebrantos en su salud, al punto que se detenía varias veces para tomar fuerzas y poder seguir caminando.

Su problema era muy grave: tenía la válvula aórtica obstruida, las placas de calcio impedían que la sangre entrara y saliera del corazón y que este pudiera bombearla, razón por la cual presentaba mucha dificultad al respirar.

EL PROCEDIMIENTO

Los doctores Dr. Jorge Arauz Chavarría, jefe de cardiología, y Dr. Jorge Chavarría Víquez, cardiólogo del San Juan de Dios, explicaron que esta técnica consiste en colocar un catéter a través de la arteria femoral y llevarlo hasta el corazón con una válvula dentro. Una vez en el sitio adecuado se infla con un balón para reemplazar la válvula dañada poniendo el corazón a latir muy rápido durante este proceso.

Regularmente, la recuperación requiere de 48 a 72 horas, pero en pacientes como don Guillermo se busca que sea en un tiempo menor, mediante una forma menos invasiva que permite que regrese a su hogar el mismo día.

El doctor Chavarría enfatizó que en este tipo de intervenciones es importante resaltar que, con estudios no invasivos como el TAC, se puede hacer un planeamiento del procedimiento y de las situaciones que se podrían presentar, para poder definir cuál es la mejor forma de hacerlo. Por ejemplo, si se requiere hospitalizar el paciente días previos; o bien, de forma ambulatoria y después hacer el procedimiento.

En el caso de don Guillermo se realizó una planificación previa para el egreso el mismo día debido a que al paciente se le colocó días antes un marcapasos, debido a un problema en el sistema eléctrico del corazón.