- Medida tomó por sorpresa el Ministerio de Seguridad Pública y causó molestia
- Narcos detenidos en dicho operativo quedaron libres con medidas cautelares
Redacción- Informar a la ciudadanía sobre las acciones que realizan en la lucha contra el narcotráfico, le salió caro a la Policía de Control de Drogas.
Un juez ordenó abrir una investigación en contra de los oficiales que participaron de un operativo para desmantelar una banda narco.
Aunque suene increíble, el Juzgado Penal de Puntarenas dio la orden de apertura de la causa por documentar las labores realizadas, informó el Ministerio de Seguridad Pública.
«El juzgado penal además ordenó abrir una investigación contra nuestros oficiales de la PCD por haber documentado la operación policial para informarla a la ciudadanía», detalló el ministerio.
Dicha orden causó molestia a lo interno del ministerio, pues esta es una práctica que se ha realizado durante muchos años y dichas imágenes se han usado para informar y ser usada como evidencia.
Otras de las situaciones que ha causado malestar en Seguridad Pública fue la liberación del líder narco y su banda que fueron arrestados en dicha operación.
El juez ordenó que todos los sospechosos quedaran libres con una serie de risibles medidas cautelares para el peligro que representan.
Según el juez, los traficantes deberán cumplir las siguientes medidas:
- Se le prohíbe a los imputados tener contacto con asuntos de drogas.
- Los imputados deberá mantener como domicilio lo indicado en la indagatoria (vivirán en el mismo lugar donde fueron detenidos operando a nivel delictivo).
- Impedimento de salida del país.
- Deberán firmar cada 15 días en el juzgado o fiscalía de Puntarenas.
Caso
La detención de «El Gordo de Fray Casiano», así como su banda, ocurrió el pasado viernes 27 de enero, luego de una serie de allanamientos realizados por la PCD en Puntarenas.
La investigación antidrogas inició cuando se identificó, en primera instancia, a una mujer de apellidos Espinoza Casares, alias “Mimi”.
Mimi operaba una venta de droga en Barrio El Carmen, a unos poco metros del estadio de la localidad.
Con la identificación de Espinoza se logró identificar a otro sospechoso, su primo, un hombre de apellidos Caseres Espinoza, alias “Kaitesillo” y “Choky”.
Al avanzar la investigación se determinó que, para ese momento, el líder de la banda no era «El Gordo de Fray Casiano», sino que era el hermano de Mimi, un hombre de apellido Espinoza Casares.
Espinoza era considerado un hombre con alto grado de peligrosidad, ya que tenía antecedentes por los delitos de homicidio, tentativa de homicidio, distribución y venta de drogas, amenazas con arma de fuego, amenazas agravadas y agresiones.
A pesar de eso, Cesares fue asesinado de un balazo en medio de las disputas por territorios narco que se desarrollan en la zona, por lo que «El Gordo de Fray Casiano» tomó el poder.
Tras la operación antidrogas que permitió las capturas, la PCD decomisó droga, dinero en efectivo, armas, municiones y otras evidencias.