• A los narcotaficantes solo se les impusieron medidas cautelares
  • El Ministerio de Seguridad Pública se molestó por los hechos

Redacción- Aunque suena increíble, un juez ordenó la liberación de un peligroso líder narco y su banda mientras continúan siendo investigados por sus delitos.

Con esto, se ve afectada la seguridad ciudadana y la buena labor efectuada por los oficiales de policía que arriesgan su vida contra el narcotráfico.

El cabecilla narco, de apellidos Chavarría Contreras, conocido con el alias de «El Gordo de Fray Casiano”, solamente recibió una serie de medidas cautelares, al igual que otras tres personas miembros de su organización.

Durante las últimas horas, el Juzgado Penal de Puntarenas, ordenó la liberación de los imputados bajo las siguientes medidas:

  • Se le prohíbe a los imputados tener contacto con asuntos de drogas.
  • Los imputados deberá mantener como domicilio lo indicado en la indagatoria (vivirán en el mismo lugar donde fueron detenidos operando a nivel delictivo).
  • Impedimento de salida del país.
  • Deberán firmar cada 15 días en el juzgado o fiscalía de Puntarenas.

Cabe destaca que, según las autoridades, «El Gordo de Fray Casiano cuenta con antecedentes por: homicidio, tentativa de homicidio, posesión de drogas y robo agravado.

Ante estos hechos, el Ministerio de Seguridad Pública expresó su «más grande inconformidad» por lo sucedido.

Por su parte, independientemente de lo decidido por el Juez, el ministro de Seguridad Pública, Jorge Torres, reitera su compromiso «con la seguridad que merece la comunidad de Puntarenas, una de las provincias más golpeadas por la cantidad de homicidios el último año».

Y como si no fuera poco, el mismo Juzgado de Puntarenas ordenó abrir una investigación contra los  oficiales de la Policía de Control de Drogas por documentar la operación para informar a la ciudadanía.

Caso

La detención de «El Gordo de Fray Casiano», así como su banda, ocurrió el pasado viernes 27 de enero, luego de una serie de allanamientos realizados por la PCD en Puntarenas.

La investigación antidrogas inició cuando se identificó, en primera instancia, a una mujer de apellidos Espinoza Casares, alias “Mimi”.

Mimi operaba una venta de droga en Barrio El Carmen, a unos poco metros del estadio de la localidad.

Con la identificación de Espinoza se logró identificar a otro sospechoso, su primo, un hombre de apellidos Caseres Espinoza, alias “Kaitesillo” y “Choky”.

Al avanzar la investigación se determinó que, para ese momento, el líder de la banda no era «El Gordo de Fray Casiano», sino que era el hermano de Mimi, un hombre de apellido Espinoza Casares.

Espinoza era considerado un hombre con alto grado de peligrosidad, ya que tenía antecedentes por los delitos de homicidio, tentativa de homicidio, distribución y venta de drogas, amenazas con arma de fuego, amenazas agravadas y agresiones.

A pesar de eso, Cesares fue asesinado de un balazo en medio de las disputas por territorios narco que se desarrollan en la zona, por lo que «El Gordo de Fray Casiano» tomó el poder.

Tras la operación antidrogas que permitió las capturas, la PCD decomisó droga, dinero en efectivo, armas, municiones y otras evidencias.