Foto: Fin ilustrativo
  • El gobierno mexicano aseguró que será «la planta de vehículos eléctricos más grande del mundo».
Redacción: El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó en conferencia de prensa que la empresa de Elon Musk, el director de Tesla tendrá sede en Monterre Nuevo León, en México.
«Esto va a significar una inversión considerable y muchos empleos», destacó el mandatario.
¿Qué significará la fábrica para México?
«Mucho», resume el director del programa académico de Economía de la Universidad de Monterrey, José Cornejo Garza.
«México suele atraer alrededor de 30 mil millones de dólares en inversión extranjera de manera anual. Se habla de que Tesla está dispuesta a invertir hasta 10 mil millones», destaca. «Para Nuevo León, la cifra es aún más relevante, con alrededor de 4 mil millones de dólares anuales». No es de extrañar que los representantes de la industria de Monterrey se mostraran al conocer la noticia «entusiasmados» por tal inversión, «de alto valor estratégico».
El país produjo en 2022 3,3 millones de vehículos y exportó 2,8 millones, principalmente a Estados Unidos.
La planta que construirá Tesla se suma a las 39 que ya tiene el sector automotriz en el país, entre fábricas de vehículos, de motores y de transmisiones.
Un sector que está apostando en México, incluidas firmas alemanas como BMW, por el auto eléctrico, en línea con el objetivo de que la mitad de los vehículos que se vendan en Estados Unidos en 2030 sean eléctricos.
El problema del agua
Según informes, la producción de estos vehículos y sus partes requiere mucho agua, sin embargo el agua, precisamente, no sobra en Nuevo León, donde el año pasado los hogares sufrieron incluso restricciones en el consumo y las autoridades están rehabilitando pozos y construyendo nuevas infraestructuras.
La escasez crónica de agua en algunas zonas del norte de México era una de las razones por las que López Obrador intentó que la planta se ubicara o en el sur del país o cerca de la capital. Pero Musk quería que fuera en Nuevo León, estado gobernado por la oposición, que comparte una estrecha franja de frontera con Texas y un único paso fronterizo.