Foto con fines ilustrativos.
  • Según industriales de alimentos, algunos de los cambios propuestos generarían una ley minimizada y sin eficacia real.

Redacción-Los cambios que actualmente se proponen en algunos de los lineamientos de la iniciativa de Ley de Jornadas Excepcionales refleja la intención de neutralizar y minimizar sus efectos reales, así como retrasar su aprobación. Así de contundente es el mensaje que la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA) envía a los 57 diputados, en procura de la pronta aprobación de la iniciativa sin mayores retrasos.

Para Juan Ignacio Pérez, presidente de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria, (CACIA), este proyecto de ley no debe sufrir mayores cambios ni retrasos generados por distorsiones ideológicas ni intereses partidarios.

Para el experto, la iniciativa es urgente para aquellas empresas y trabajadores que necesitan mejorar, modernizar y ajustar los mecanismos de contratación según las necesidades de los trabajadores y de los nuevos sistemas de producción que el mundo y la sociedad moderna demanda.

“Modificar la estructura original, planteada en términos de jornadas de 12 horas para que cambie a lo largo de los años a esquemas con jornadas de menos horas, evidencia la falta de visión y comprensión de la realidad de la economía y la evolución del mercado laboral. Este tipo de cambios que se proponen, prácticamente minimizan el nivel de eficacia del esquema planteado originalmente e incorpora un esquema que no es viable”, acotó Pérez.

Según el presidente de los empresarios de alimentos, los lineamientos de la iniciativa, además de ser voluntarios, no introducen ningún tipo de desmejora en las garantías laborales de los trabajadores, sino todo lo contrario.

 En su aplicación práctica, la propuesta original mejora temas como los tiempos de descanso, reduce los tiempos y costos de traslado al centro de trabajo e incrementa las posibilidades de invertir el tiempo en actividades que incrementen el bienestar general de la persona trabajadora según sus intereses. Por tales motivos, señala el sentido de urgencia y la necesidad de respetar lo construido en el texto a lo largo de los últimos años de gestión legislativa.