Redacción- Como parte elemental del universo culinario, la industria chocolatera, sigue sorprendiendo con su constante evolución y su capacidad para reinventarse.
En este emocionante viaje hacia la creatividad e innovación, Puratos, empresa líder Food Tech, presenta los resultados más actuales de Taste Tomorrow 2023 el ecosistema más grande a nivel mundial para la comprensión de los consumidores, sobre las tendencias emergentes que están dando forma al nuevo horizonte de la chocolatería.
Entre los corazones latinoamericanos, el sabor persiste como pilares inquebrantables al elegir productos de pastelería y chocolatería. En un mundo lleno de posibilidades, el 75% de los consumidores aún se inclina por deleitarse con delicias dulces tradicionales.
En esta travesía hacia los clásicos, se anhela la comodidad de lo familiar, un abrazo de sabores que transportan a momentos compartidos.
Sin embargo, lo tradicional comienza a ser verde. La conciencia ambiental se proyecta como una inspiración, impulsando a los amantes de las tendencias a buscar alternativas amigables con el medio ambiente que se integren a su estilo de vida.
Esta búsqueda de autenticidad y sostenibilidad refleja un cambio de mentalidad, una promesa de responsabilidad hacia el planeta y las próximas generaciones.
CHOCOLATERÍA SOSTENIBLE: UN BOCADO DE RESPOSABILIDAD
A medida que los consumidores se comienzan a preocupar más por el medio ambiente y su entorno, el interés de conocer de dónde provienen sus alimentos, o los productos que compran, se ha hecho cada vez mayor, influyendo en sus decisiones de compra.
Aquellos que destacan han sido los latinoamericanos, siendo pioneros de esta tendencia.
Según resultados de Taste Tomorrow 2023, el 75% de los amantes de la chocolatería en la región comparten un gusto por productos de cacao con raíces sostenibles.
La sostenibilidad se destaca como prioridad para guiar a las empresas hacia la adaptación e innovación. El cacao proveniente de la Costa de Marfil es un ejemplo claro de esta transición hacia la sostenibilidad; más allá del placer en cada bocado, el chocolate ahora lleva consigo una narrativa de conservación.
El cultivo responsable en la se convierte en una inversión en el futuro, sosteniendo tanto a la naturaleza como a las comunidades locales que lo resguardan.