En un avance significativo para la paleontología, investigadores han identificado dos nuevas especies de tiburones prehistóricos, Troglocladodus trimblei y Glikmanius careforum, en el Parque Nacional Mammoth Cave, situado en Kentucky, y en el norte de Alabama, Estados Unidos.
Este descubrimiento, realizado gracias al Inventario de Recursos Paleontológicos (PRI) y anunciado recientemente por el Servicio de Parques Nacionales, añade un valioso conocimiento sobre la vida marina de hace más de 325 millones de años.
Ambos especímenes se hallaron mediante el análisis de dientes fósiles, y, en el caso de Glikmanius careforum, también a través de un conjunto parcial de mandíbulas y branquias. Estos hallazgos no solo añaden nuevas páginas a la historia de la vida prehistórica en la Tierra, sino que también retrotraen el origen de los tiburones ctenacanthus, en el caso de Glikmanius, 50 millones de años antes de lo que se pensaba anteriormente.
El descubrimiento es fruto de la colaboración entre el Parque Nacional Mammoth Cave, el Programa de Paleontología del Servicio de Parques Nacionales y el Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Alabama.
“Cada nuevo descubrimiento en Mammoth Cave es posible gracias a cooperaciones”, afirmó Barclay Trimble, superintendente del parque. Este enfoque colaborativo destaca la importancia de la asociación y el trabajo en equipo en el avance del conocimiento científico.
Abordando más en detalle sobre estas nuevas especies, Troglocladodus trimblei y Glikmanius careforum se estima que alcanzaban entre 3 a 3,6 metros de longitud, un tamaño comparable al de algunos tiburones modernos como el tiburón punta blanca oceánico y el tiburón limón, respectivamente.
La caracterización de Troglocladodus trimblei aporta una nueva categoría taxonómica, representando tanto un nuevo género como una nueva especie. Mientras tanto, Glikmanius careforum amplía el linaje de los tiburones ctenacanthus, aportando nuevos datos sobre su evolución y distribución geográfica.
Ambas especies habitaban en proximidades de las costas de antiguos hábitats que se extendían sobre lo que hoy son Kentucky y Alabama, zonas que formaban parte de un vasto mar interior que conectaba Europa, el norte de África y el este de Norteamérica. Este cuerpo de agua dejó de existir con la formación del supercontinente Pangea. La presencia de estos fósiles en una región actualmente sin acceso al mar resalta la dinámica y la transformación constante del planeta a lo largo de eones.
Mammoth Cave, localizada a unos 30 minutos en coche de Bowling Green, Kentucky, es el sistema de cuevas conocido más largo del mundo. La formación de estas cuevas está íntimamente ligada a los mares prehistóricos que una vez cubrieron la zona, pues la acumulación de caliza y posterior erosión por el agua a lo largo de millones de años ha esculpido este paisaje subterráneo único.
“El agua comenzó a filtrarse a través de las grietas presentes en la caliza y comenzó a erosionar lentamente los pasadizos”, explicó Molly Schroer, portavoz del Parque Nacional Mammoth Cave.
Este hallazgo subraya la importancia de Mammoth Cave no solo como un sitio de interés geológico y turístico sino también como una ventana invaluable a la historia prehistórica de la Tierra. A medida que continúan las investigaciones y colaboraciones, se espera que emerjan más descubrimientos que amplíen nuestro entendimiento sobre los ecosistemas del pasado y la biodiversidad antigua.