- Un hombre fue detenido por las autoridades tras una persecución intensa
Redacción- La Fuerza Pública realizó el mayor decomiso de cigarrillos del año al interceptar un cargamento ilegal procedente de Panamá en el cantón de Corredores, frontera sur de Costa Rica.
Según el director de Operaciones de la Fuerza Pública, Erick Calderón, el decomiso tuvo lugar el pasado sábado durante un control de carreteras realizado por el Grupo de Apoyo Operacional de la Región Brunca Sur.
El operativo comenzó cuando los oficiales detectaron un camión que intentó evadir el control policial.
«El conductor no solo desobedeció la orden de detenerse, sino que aceleró y huyó del sitio», informó Calderón.
Además, un automóvil que hacía de «campana» intentó bloquear a la policía en su persecución, una táctica comúnmente utilizada por organizaciones criminales dedicadas al contrabando de mercancías, especialmente cigarrillos y licores.
A pesar de estos intentos de obstrucción, los oficiales lograron evadir a los «campanas» y alcanzaron al camión, que luego de una breve persecución se desvió de la Carretera Interamericana hacia una calle secundaria.
El conductor abandonó el camión y trató de escapar a pie, sin embargo; fue detenido rápidamente por los oficiales de la Fuerza Pública.
Dentro del camión, los policías encontraron 105 cajas que contenían un total de 1.050.000 cigarrillos de origen Emiratos Árabes Unidos.
Ninguno de estos cigarrillos contaba con registro sanitario en Costa Rica, y el conductor, de apellido Jiménez y nacionalidad costarricense, no poseía facturas que demostraran el pago de impuestos correspondiente.
El cargamento decomisado tiene un valor estimado de aproximadamente 105 millones de colones en el mercado negro local, donde cigarrillos de este tipo pueden venderse hasta por 100 colones la unidad.
Las autoridades coordinaron con la Policía de Control Fiscal para realizar una inspección detallada del cargamento y continuar con las diligencias judiciales pertinentes.
Este decomiso representa más del 70% del total de cigarrillos confiscados por las autoridades durante el primer semestre del año en todo el país, destacándose como un golpe significativo contra el contrabando de este producto en Costa Rica.