Imagen con fines ilustrativos.
  • Estructura sigue siendo un símbolo de progreso

Redacción – El 14 de septiembre de 1984 se inauguró una de las obras más emblemáticas de la infraestructura costarricense, el Túnel Zurquí.

Esta obra, de gran relevancia para el país, permite la conexión entre San José y Limón a través de la Carretera Braulio Carrillo, marcando un antes y un después en la historia de la ingeniería local.

Con una longitud de 562 metros, un ancho de 12 metros y una altura de 10 metros, el Túnel Zurquí fue construido con tecnología y esfuerzo costarricense. En su momento, se destacó como el túnel más largo de Centroamérica y el primero diseñado específicamente para el tránsito vehicular en Costa Rica.

Este logro fue un hito clave para la modernización del país, facilitando el transporte entre la capital y las zonas del Caribe, y mejorando el acceso a comunidades y centros de producción.

El túnel, que atraviesa la imponente montaña del Braulio Carrillo, no solo es un ejemplo de la capacidad ingenieril costarricense, sino también una obra que ha unido regiones y fomentado el desarrollo económico.

Hoy, 40 años después, el Túnel Zurquí sigue siendo un símbolo de progreso y una pieza vital de la red vial costarricense.