POR VOZ DE AMÉRICA
Redacción – Una sonda de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, en inglés) inició este lunes un viaje histórico a Europa, la luna de Júpiter, con el objetivo de explorar su océano subterráneo y buscar posibles señales de vida.
Esta misión, denominada Europa Clipper, es la mayor sonda desarrollada por la NASA para este tipo de travesías planetarias y marcará el primer acercamiento detallado a esta luna helada, un destino que ha captado la atención de científicos desde hace décadas.
Europa ha sido identificada por la NASA como uno de los lugares más prometedores para la búsqueda de vida extraterrestre en nuestro sistema solar. Bajo su superficie de hielo se estima que existe un vasto océano de agua líquida, lo que convierte a esta luna en un candidato ideal para explorar ambientes habitables fuera de la Tierra.
«Europa es uno de los lugares más prometedores para la búsqueda de vida más allá de la Tierra», comentó Gina DiBraccio, portavoz de esta misión de NASA, durante una rueda de prensa a la que tuvo acceso la Voz de América.
La misión Europa Clipper, subrayó la funcionaria, tiene como principal objetivo “determinar si existen lugares debajo de la capa de hielo de Europa que podrían albergar vida” y se abordarán tres grandes preguntas: ¿Cuál es la naturaleza de la capa de hielo y el océano que se encuentra debajo? ¿Qué podemos descubrir sobre su composición química y geológica?
Esas respuestas, una vez se obtengan, “ayudarán a la comunidad científica a comprender mejor las posibilidades astrobiológicas de este tipo de mundos oceánicos más allá de nuestro planeta”.
Europa Clipper será la nave más grande que la NASA haya desarrollado para una misión planetaria. Con una altura de aproximadamente cinco metros y una extensión de más de 30 metros con sus paneles solares desplegados, esta sonda es una maravilla de la ingeniería. Su enorme tamaño se debe, en parte, a la necesidad de recolectar suficiente luz solar para generar energía, ya que el sistema de Júpiter está cinco veces más lejos del Sol que la Tierra.
Los desafíos técnicos han sido significativos. En mayo, los ingenieros descubrieron que algunos de los componentes de la nave podrían no soportar el entorno altamente radiactivo de Júpiter. Sin embargo, el equipo completó exitosamente las pruebas necesarias y obtuvo la aprobación en septiembre para proceder con el lanzamiento. «No hubo un año más difícil que este para lograr que Europa Clipper llegara a la meta», comentó Niebur, reflejando la complejidad de la misión.
La radiación de Júpiter
Una de las mayores dificultades a las que se enfrentará Europa Clipper es la radiación extrema que emana del campo magnético de Júpiter. Para proteger sus sistemas electrónicos, la NASA ha equipado la nave con una bóveda especial de titanio y aluminio. Este escudo, diseñado para resistir la radiación, fue utilizado por primera vez con éxito en la misión Juno y ayudará a reducir la degradación de los componentes vitales de la nave.
La misión de 5.200 millones de dólares representa un esfuerzo monumental en la exploración del espacio profundo, y las expectativas son altas. «Lo único de lo que nunca dudamos fue que esto valdría la pena«, enfatizó Niebur. «Es una oportunidad de hacer la primera exploración de este nuevo tipo de mundo que hemos descubierto muy recientemente, llamado mundo oceánico, que está totalmente cubierto en un océano de agua líquida».
El proyecto espacial también contará con un instrumento térmico para identificar áreas de hielo más cálido y potenciales erupciones de agua, proporcionando información crucial sobre la actividad geológica reciente de la luna. Estos datos ayudarán a los científicos a comprender si la luna Europa alberga las condiciones necesarias para sustentar vida.