Redacción – El inicio de la construcción de un nuevo puente vehicular sobre la quebrada Callejonuda en el cantón de Corredores marca una nueva etapa para los habitantes de las comunidades de San Antonio y San Isidro de Canoas, así como para el territorio indígena Ngobe-Bugle, quienes dependen de este acceso para su seguridad y bienestar. El pasado lunes 21 de octubre, se demolió la antigua estructura, en mal estado, como primer paso hacia una infraestructura más segura y duradera.

El nuevo puente, de 13 metros de longitud y un carril con paso peatonal, será un alivio para las familias y estudiantes de la zona, especialmente para las 650 personas de la comunidad indígena Ngobe-Bugle de Altos de San Antonio, un territorio de más de 800 hectáreas creado en 2001, cuya economía se sustenta en la agricultura y ganadería. La construcción de este puente no solo facilita el acceso a servicios médicos y comerciales, sino que también asegura una conexión estable y segura, evitando los riesgos que suponen las crecientes de la quebrada en época lluviosa.

«Para nosotros es una alegría muy grande, porque por ahí pasamos para ir al hospital, al trabajo y hacer mandados, pero vamos con miedo, y más cuando llueve… por dicha se acabará el peligro con el nuevo puente”, comentó José Rodríguez, presidente de la Asociación de Desarrollo Integral del territorio indígena.

Además de los beneficios directos para la comunidad, la obra impactará positivamente la educación de 61 estudiantes de la escuela San Antonio Abajo, que se encuentra a un kilómetro del puente. Marjorie Rodríguez Valdez, profesora de la institución, expresó: “Los estudiantes se benefician con la construcción de este puente debido a que los docentes que se trasladan desde fuera del territorio Altos de San Antonio pueden llegar más rápido y de manera segura”.

Este proyecto forma parte de los planes del Programa de Emergencia para la Reconstrucción Integral y Resiliente de Infraestructura (PROERI), impulsado por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), con una inversión de ₡247 millones y con la Municipalidad de Corredores como unidad ejecutora. En total, la CNE invertirá más de $19,000 millones en el cantón para la ejecución de 24 proyectos que incluyen infraestructura escolar, sistemas de agua, puentes y carreteras, todos orientados a mejorar la resiliencia y seguridad de las comunidades locales.

PROERI, financiado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), tiene como objetivo rehabilitar 502 obras de infraestructura pública en todo el país, priorizando aquellas que han sido afectadas por situaciones de emergencia. De estas obras, 299 han sido catalogadas por Peligro Inminente y 203 bajo Decreto de Emergencia, fortaleciendo así la capacidad del país para enfrentar futuros desafíos climáticos y de infraestructura.

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