- El objetivo de prevenir enfrentamientos, actos vandálicos y disturbios que puedan empañar la celebración de la final
Redacción – La final del fútbol costarricense entre Liga Deportiva Alajuelense (LDA) y Club Sport Herediano (CSH) ha sido catalogada como un evento de alto riesgo, lo que ha llevado a las autoridades a implementar un robusto operativo de seguridad para evitar incidentes antes, durante y después del partido decisivo.
El encuentro, que se disputará este viernes, contará con la participación de un total de 610 miembros de seguridad, distribuidos de la siguiente manera:
• 230 oficiales de la Fuerza Pública.
• 230 oficiales de seguridad privada contratados por Alajuelense.
• 150 oficiales de seguridad privada adicionales contratados por la UNAFUT para la ceremonia de premiación.
El director de Operaciones de la Fuerza Pública, Freddy Guillén, hizo un llamado directo a los aficionados para mantener el orden y disfrutar del partido en paz:
“El llamado es a todos los aficionados: el deporte es para vivir una fiesta deportiva y no dejarse llevar por ánimos candentes de terceros”, comentó en Yashin Quesada.
Las autoridades han reforzado la vigilancia en las instalaciones del estadio Alejandro Morera Soto, así como en sus alrededores, con el objetivo de prevenir enfrentamientos, actos vandálicos y disturbios que puedan empañar la celebración de la final.
Medidas de seguridad adicionales:
• Se implementarán controles de acceso rigurosos en todas las entradas al estadio.
• Habrá monitoreo constante con cámaras de seguridad tanto dentro como fuera del recinto deportivo.
• La venta y consumo de alcohol estarán regulados para evitar situaciones de riesgo.
• Se realizarán revisiones exhaustivas a los asistentes para evitar el ingreso de objetos peligrosos.
Con un marcador global de 2-0 a favor de Herediano, la presión sobre el equipo rojinegro y sus aficionados es evidente. Sin embargo, las autoridades han subrayado que la prioridad es garantizar que esta final sea recordada como una fiesta deportiva y no por actos de violencia.
Se espera un estadio lleno y una afición encendida, pero con la responsabilidad compartida de disfrutar el evento con respeto y orden.