Redacción – Oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas lograron retirar cerca de 300 metros de trasmallos instalados ilegalmente en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Barra del Colorado, una de las áreas más importantes y protegidas del país. Los artefactos de pesca estaban ubicados en zonas sensibles como la desembocadura de la laguna Samay, un área vital para la reproducción de especies marinas y terrestres, muchas de ellas en peligro de extinción.
El operativo tuvo lugar durante esta semana, como parte de los esfuerzos continuos de la Estación de Guardacostas de Barra del Colorado, que realiza patrullajes las 24 horas para evitar prácticas ilegales que atenten contra los frágiles ecosistemas de la zona. Los trasmallos retirados, que sumaban un total de 300 metros de longitud, representaban una grave amenaza para la biodiversidad del refugio, especialmente para especies en peligro de extinción como el manatí.
El Refugio Nacional de Vida Silvestre Barra del Colorado, además de ser una zona protegida, es un sitio Ramsar, reconocido internacionalmente por su valor ambiental y científico. Esta área es un santuario para una variedad de especies de peces, anfibios, aves y reptiles que dependen de sus ecosistemas para reproducirse y sobrevivir. La colocación ilegal de trasmallos en estas zonas no solo pone en riesgo la biodiversidad, sino que también interfiere en los procesos reproductivos de diversas especies.
Uno de los principales afectados por esta actividad ilegal es el manatí, un animal símbolo nacional que se encuentra en peligro de extinción. Los trasmallos, al ser una trampa mortal, representan un grave peligro para los manatíes, especialmente para los individuos más jóvenes, que corren el riesgo de quedar atrapados y morir ahogados. Este refugio es el único lugar en el país donde habita esta especie, lo que hace aún más urgente su protección.
La intervención de los Guardacostas es parte de un esfuerzo más amplio para asegurar que las áreas protegidas continúen siendo refugios seguros para la fauna y flora locales. Las autoridades han reiterado su compromiso con la conservación de estos ecosistemas y han instado a la ciudadanía y a los pescadores a respetar las normativas para evitar daños irreparables a la biodiversidad costarricense.