Redacción – Ante la llegada del depósito de aguinaldo, miles de costarricenses realizan las compras de obsequios y artículos de cara a las festividades de fin de año, por lo que en ocasiones se dejan llevar por la emoción y realizan alguna compra excesiva, la cual causa un desbalance en el presupuesto.

De acuerdo con la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), nosotros mismos podemos ser nuestro principal enemigo en cuanto a sacar el mayor provecho a las platas de esta época, pues las compras impulsivas están directamente relacionadas con el placer que el cerebro asocia al acto de gastar.

“Diciembre es una época en la que las personas tienen más dinero en mano y el ambiente festivo genera un estímulo adicional para disfrutar. Esto puede convertirse en un arma de doble filo si no se tiene cuidado, ya que ese placer momentáneo puede transformarse en estrés financiero al inicio del próximo año”, explicó Danilo Montero, director general de la institución.

Montero advierte que es importante identificar comportamientos que indican un patrón de compras compulsivas, como adquirir artículos que no se necesitan, notar un incremento significativo en el saldo de las tarjetas de crédito “sin darnos cuenta” o sentir una satisfacción momentánea que desaparece rápidamente, generando la necesidad de volver a gastar. Estos son signos claros de que las emociones están dominando las decisiones financieras.

Por ello, la OCF insta a la población a tomar medidas para evitar caer en estos comportamientos, y ofrece las siguientes recomendaciones:

  • Realice una planificación básica: elabore en una hoja o un cuaderno, una lista de las compras que desea realizar en el fin de año.
  • Anote también en esa hoja o cuaderno con cuánta plata dispondrá (sueldo, aguinaldo, etc).
  • Marque en esa lista los artículos que suelen generarle mayor tentación, como tecnología, ropa o accesorios, porque esos serán los que más le van a complicar el control de sus impulsos.
  • Incorpore recordatorios visuales en el hogar, en la computadora o el lugar de trabajo, que refuercen las metas financieras que quiere cumplir, como el ahorro para un viaje el próximo año, un proyecto personal o la creación de un fondo de emergencia.

“El mayor error financiero en esta temporada es salir a gastar sin una idea clara de lo que realmente se necesita, y sin calcular cuánto dinero hay disponible. Es como emprender un viaje sin conocer el destino ni verificar cuánto combustible hay en el tanque, lo que inevitablemente llevará a problemas en el camino”, añadió Montero.

Por último, el director general de la OCF hizo énfasis en que disfrutar de las festividades no tiene por qué estar reñido con una gestión responsable del dinero.

“Al priorizar las emociones que generan bienestar a largo plazo, como la tranquilidad de ahorrar para un objetivo claro, las personas pueden cerrar el año con finanzas equilibradas y empezar el próximo con mayor seguridad económica. Esto a su vez consolidará un hábito que se reforzará cada año”, concluyó.