Redacción- La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ha declarado un estado de Alerta Verde (alerta informativa) para el área comprendida dentro del Parque Nacional Volcán Poás, tras un incremento en la actividad del volcán en los últimos meses, especialmente en los días finales de febrero e inicios de marzo.
Esta decisión se toma debido a las constantes erupciones y exhalaciones de gas observadas en la zona, que podrían afectar a la salud de los visitantes y residentes cercanos.
De acuerdo con el informe del OVSICORI-UNA, emitido el 28 de febrero, la actividad eruptiva freática del Poás ha continuado con variaciones en la altura de las explosiones, aunque existe una alta incertidumbre sobre cómo evolucionará esta actividad. Los expertos indican que, si bien es difícil predecir si la actividad aumentará, se mantendrá o disminuirá, el descenso en el nivel del lago del volcán ha provocado una mayor presencia de ceniza y gases volcánicos en la pluma expulsada después de cada evento eruptivo.
El monitoreo también ha señalado que la disminución en la velocidad del viento sobre la cima del volcán podría aumentar la probabilidad de que los gases y la ceniza impacten en el área de visitación pública dentro del parque, afectando la visibilidad y la calidad del aire.
Ante este panorama, la CNE ha solicitado una serie de medidas para mitigar los riesgos:
Incrementar las medidas de seguridad dentro del Parque Nacional Volcán Poás, especialmente para proteger la salud de los visitantes, particularmente aquellos con problemas respiratorios.
Las instituciones responsables deben revisar los inventarios de recursos disponibles para atender a las personas que pudieran verse afectadas por la ceniza o los gases volcánicos.
Los Comités de Emergencia deben mantenerse atentos y monitorear los sectores de mayor riesgo en los distritos aledaños al parque, en caso de una posible erupción mayor.
Se recuerda a la población en general que el ingreso al parque debe realizarse únicamente por los sectores autorizados por la administración del parque.
Utilizar únicamente las fuentes oficiales de información primaria, como el OVSICORI, la RSN o la CNE, para obtener datos actualizados sobre la actividad volcánica.
Mantener comunicación constante con los comités comunales de emergencia, especialmente en caso de reportes de caída de ceniza o presencia de gases volcánicos.
