- Niña costarricense había viajado a España para ser operada gracias a la solidaridad de miles de personas que unieron sus manos y corazones por ella
Zoe Gómez Salazar, la valiente bebita de Cartago que conmovió a todo un país por su incansable lucha por la vida, falleció este martes en el hospital de Barcelona, España, donde permanecía internada desde noviembre tras ser sometida a una serie de cirugías a corazón abierto.
Según explicó su padre, Nicolás Gómez, la bebé inició con normalidad el día. La bañaron y vistieron, pero poco después sufrió un paro. Decenas de médicos intentaron reanimarla, pero todo fue en vano… Dios la quería a su lado.
La pequeña, de apenas un año de edad y vecina de Cartago, nació con una compleja condición cardíaca que no podía ser tratada en Costa Rica debido a la falta de equipo y personal especializado.
Ante este panorama, su familia impulsó una campaña solidaria que logró recaudar más de 30 millones de colones gracias al apoyo de miles de costarricenses, quienes respondieron con generosidad y esperanza.
Zoe viajó a España con la ilusión de una nueva oportunidad de vida. Durante su estadía en el hospital, fue sometida a cuatro cirugías a corazón abierto, soportó múltiples crisis y permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos por tres meses.
Su fortaleza conmovió a médicos, enfermeros y a toda una nación que siguió su historia con profunda empatía.
En las últimas semanas, Zoe mostró una notable mejoría. Tanto así, que sus padres, Gabriela Salazar y Nicolás Gómez, anunciaron que los médicos ya consideraban darle la salida para que pudiera regresar a Costa Rica. Sin embargo, para hacer el largo viaje en avión, Zoe necesitaba un equipo médico especial que garantizara su estabilidad durante el trayecto.
La semana pasada, sus padres solicitaron una vez más la ayuda de los costarricenses para cubrir el costo de ese equipo, y la respuesta fue inmediata: en cuestión de horas, ya contaban con los fondos necesarios. Todo parecía indicar que la guerrera pronto volvería a casa.
Pero el destino dio un giro doloroso. Este martes, mientras estaba con sus padres, Zoe sufrió un paro cardiorrespiratorio. Más de 40 médicos lucharon incansablemente por reanimarla, pero después de varios intentos, fue declarada sin vida.
“Zoe fue una guerrera. Soportó mucho más de lo que cualquier bebé debería soportar. Luchó con todo su corazón”, expresó su familia, devastada por la pérdida, pero agradecida por el amor y el apoyo recibido.
Zoe deja un legado de amor, fe y unidad. En su corta vida logró reunir a miles de personas alrededor de una causa llena de esperanza, demostrando que incluso los corazones más pequeños pueden tocar a todo un país.
Hoy descansa en paz, libre del dolor, en los brazos de Dios. Le sobreviven sus padres y su hermanita, quienes llevarán por siempre en el alma la luz y la valentía de su angelita Zoe.