Redacción- La actividad del Volcán Poás sigue generando preocupación en Costa Rica debido a su constante actividad desde principios de este año, con emisiones frecuentes, explosiones menores y afectación directa a las comunidades cercanas.

Ante esta situación, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) brindó este martes una actualización sobre el estado del volcán y las medidas adoptadas para enfrentar la situación.

El presidente de la CNE, Alejandro Picado, explicó que la población puede estar tranquila, pero que aún así debe mantenerse alerta.

La actividad volcánica ha sido continua desde noviembre, con un repunte significativo en enero. Esta intensificación llevó a las autoridades a emitir alerta naranja para el Parque Nacional Volcán Poás y el distrito de Toro Amarillo, en Sarchí.

“El proceso es crónico e incierto. Aunque no sabemos cuánto durará, estamos atendiendo la situación de manera coordinada y la población debe estar alerta pero tranquila”, aseguró Picado.

Por su parte, el geólogo de la CNE, Lidier Esquivel, detalló que desde finales de febrero y principios de marzo, el volcán comenzó a expulsar materiales de forma más directa dentro del parque, extendiendo su impacto a las comunidades aledañas. Este fenómeno, que ha persistido durante más de seis semanas, ha tenido momentos de mayor intensidad, como el evento de este martes a las 2 a.m. y a las 6:30 a.m., que fue visible desde el Valle Central debido a las condiciones climáticas.

“Es una actividad crónica, que no ha cesado. Este martes tuvimos un evento importante que afectó a la zona, y la actividad sigue siendo constante”, agregó Esquivel.

El Ministro de Ambiente, Franz Tattenbach, confirmó que el acceso al Parque Nacional Volcán Poás continúa cerrado de manera indefinida debido al riesgo para los visitantes. Además, se evacuó al personal del parque y se envió a algunos funcionarios a vacaciones como medida preventiva. Tattenbach también alertó sobre los ingresos ilegales al volcán por la ruta de Bajo del Toro, que es muy peligrosa debido a la presencia de gases tóxicos.

Impacto en el sector agropecuario

El viceministro del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Fernando Vargas, informó que se ha implementado un plan de contingencia para mitigar los efectos de la lluvia ácida que está afectando tanto la ganadería como la agricultura en las zonas cercanas al volcán.

“Los equipos de Senasa están monitoreando la situación en la zona, y estamos atentos a cualquier posible impacto en la salud animal y las cosechas”, afirmó Vargas.

Salud pública en alerta

En términos de salud pública, Bernny Villareal, director general del Ministerio de Salud, indicó que se ha trabajado estrechamente con los comités municipales y locales de emergencia para abordar los problemas de salud derivados de la actividad volcánica. Hasta el momento, alrededor de 70 personas han sido afectadas por alergias y problemas respiratorios y oculares.

“Se recomienda a la población evitar la exposición a la ceniza, usar mascarillas y protegerse de la caída de ceniza. Si los síntomas empeoran, deben acudir a los centros médicos”, indicó Villarreal.

Impacto en los centros educativos

Mario Salazar, jefe del departamento interno y gestión de riesgo del Ministerio de Educación Pública (MEP), señaló que los centros educativos de las zonas de alerta en Alajuela y Occidente siguen funcionando normalmente. Sin embargo, algunos centros han reportado problemas relacionados con la ceniza, como irritación ocular y dificultades respiratorias.

“Los centros educativos afectados siguen operando, y se les ha proporcionado las recomendaciones necesarias para proteger a los estudiantes y al personal educativo”, explicó Salazar.

El volcán Poás continúa activo

Con la actividad del volcán Poás en curso, las autoridades siguen monitoreando de cerca la situación. A pesar de la intensidad de las erupciones y la caída de ceniza, no se prevé un cierre definitivo de la zona. Se sigue haciendo un llamado a la población para que se mantenga informada a través de canales oficiales y cumpla con las recomendaciones de las autoridades.

El Parque Nacional Volcán Poás permanece cerrado al turismo desde el 26 de marzo, y las autoridades insisten en la importancia de evitar cualquier intento de ingreso ilegal al área debido a los riesgos inherentes a la actividad volcánica.

La situación sigue siendo monitoreada de cerca, y las autoridades se mantienen en constante coordinación para proteger a la población y mitigar los impactos del fenómeno natural.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí