Redacción- El Real Madrid derrotó en los últimos minutos de juego al Borussia Dortmund en la UEFA Champions League y se clasificó a la siguiente fase de la competición en el segundo lugar de su grupo, por detrás del Tottenham.
El Real Madrid inició el juego con una actitud arrolladora que iría disminuyendo poco a poco con el pasar de los minutos. En menos de un cuarto de hora, los merengues ya ganaban 2-0.
El primer tanto de los dirigidos por Zinedine Zidane llegó en 8 minutos. Borja Mayoral abrió la cuenta y puso el primero de la noche en estadio Santiago Bernabéu.
Cristiano Ronaldo acarreó la pelota por la izquierda y metió un centro al área que no pudo ser recibido por Isco; sin embargo, apareció el canterano Mayoral y puso el 1-0.
La segunda anotación del cotejo se dio cuatro minutos más tarde. El que no podía faltar, Cristiano Ronaldo, aumentaba la cuenta y teñía el juego de goleada, pero con el transcurrir de los minutos todo cambiaría.
«El Bicho» ponía a gritar a todo el reducto con un verdadero golazo. Desde un vértice del área, el portugués sacó un remate colocado y puso la pelota en el ángulo de la cabaña defendida por Roman Bürki, quien solo pudo ver el esférico que sacudía sus redes.
Antes del pitazo final de la primera parte cayó el descuento. Solo frente al arco, Pierre Emerick Aubameyang, cabeceó y batió a Keylor Navas, que no pudo hacer nada ante el remate a bocajarro.
Tras el 2-1 llegó el descanso, el Borussia Dortmund se iría con la esperanza de revertir las cosas en el complemento, mientras que los locales esperaban aumentar la cuenta.
En la segunda mitad la primera anotación se dio temprano en el juego. En 49 minutos, Aubameyang marcó su doblete frente a Keylor Navas. El tico detuvo el primer intento del gabonés, pero nada pudo hacer ante el remate picado en segunda instancia. El juego se igualaba a dos.
Los minutos de juego corrían. Ambos equipos intentaban, a la ofensiva, adelantarse en el marcador, pero fue hasta el minuto 81 cuando los merengues pudieron descontar.
Lucas Vásquez remató de media distancia, el remate no llevaba mucha potencia, pero iba bien colocado y pegado al palo, lo que le imposibilitó a Bürki detener el disparo.