Redacción – Tras 30 intensas y largas horas de reunión, el Gobierno de la República no logró llegar a un acuerdo previo a la negociación con los sindicatos. Aunque este primero afirma que «hay un gran avance», solo por el hecho de tener un acercamiento y sentarse a dialogar, luego de la tercera reunión no hay resultado alguno debido a la inflexibilidad de los jerarcas, pues aún mantienen su posición de que el expediente 20.580 debe continuar su rumbo en el Congreso.
Mientras los agremiados solicitan cambios para este paquete fiscal y entregan un documento con 39 propuestas, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Steven Núñez, les entregó -en una sola hoja- su propuesta para llegar al diálogo.
El gobierno le pide a los sindicalistas que depongan de la huelga, que ya no hayan bloqueos en calles y que los trabajadores públicos vuelvan a su puesto de trabajo pero por otro lado, los manifestantes reiteran una y otra vez: «¡huelga general contra el combo fiscal!».
Parte de las opciones que ofrecen los huelguistas es reducir el financiamiento de los Partidos Políticos para las próximas elecciones municipales y nacionales, combatir la impunidad por defraudación fiscal e implementar impuestos a las pensiones de lujo de los expresidentes de Costa Rica.
Tercera reunión con los mismos resultados que la anterior
A eso de las 12:20 de la mañana, terminó el tercer encuentro cara a cara luego de 12 horas en el Colegio de Abogados. La prensa esperó largas horas para ver algún tipo de «bandera blanca» o «humo blanco», así como los costarricenses ansiosos por un balance e inclinados por una u otra dirección.
«No hay acuerdo», ese fue el resultado de esta última junta. Ahora tendrán que verse nuevamente este sábado a las 3:00 de la tarde en el mismo lugar -si el gobierno no vuelve a cambiar de sede por «inseguridad e incomodidad»-.
A lo que los jerarcas llaman «encuentro preliminar», no ha hecho ni que se deponga de la huelga ni que haya algún cambio al paquete tributario. Los representantes del Gobierno de la República afirman que el sector sindical no han cambiado su posición «ni un milímetro», pero ellos tampoco. Lo que diferencia esta segunda semana de protestas de la anterior, es el diálogo.
En los tres balances posteriores a las juntas, el ministro Núñez se ha mostrado satisfecho y optimista con los avances, a pesar de haber llegado a prácticamente nada.
«Estamos construyendo la ruta del entendimiento. Los puentes de diálogo se han acercado cada vez más, de manera que eso nos llena de optimismo. El día de hoy logramos buscar más puntos de entendimiento y encuentro», destacó Núñez.
Por otro lado, el presidente de la República, Carlos Alvarado, se ha ausentado en estas mesas de conversación entre ambas partes. Aunque en su representación están el ministro y viceministros, los diferentes asociados piden que el mandatario se presente y «de la cara ante esta situación».
«Es su costumbre no darle la cara al pueblo costarricense», destacó el secretario general de Undeca, Luis Chavarría.
Desde la perspectiva de los líderes sindicalistas, Alvarado no ha sabido dar la cara en medio de la crisis que está viviendo el país y su actitud no ha sido la más apta para afrontar las situaciones.
«Él hace pocos días salió en los medios después de estar encerrado en Casa Presidencial en un momento muy crítico y lo que salió, no fue a poner puentes para el diálogo sino a intimidar y demandarle a la policía que reprima este movimiento», dijo el huelguista.
Incluso, la semana anterior, la diputada del Partido Liberación Nacional, Franggi Nicolás, la arrogancia mostrada hasta el momento por parte del presiente Carlos Alvarado es la que impide que se abra una verdadera mesa de negociación.
«Aquí no es con posiciones arrogantes, eso no implica que el gobierno esté torciendo el brazo, pero esta es la mayor representación de lo que el pueblo piensa y siente. Aquí la gente lo que está pidiendo es que haya la humildad de sentarnos a resolver este asunto pronto y eso no se ha dado», aseveró Nicolás.
Mientras la huelga con los bloqueos y manifestaciones continúa, las partes volverán a un cara a cara, con la Iglesia Católica como mediadora, este sábado para lograr un acuerdo en común e iniciar la negociación y llegar a una mesa de diálogo con respecto al combo fiscal.