Redacción – Una flota ballenera japonesa ha vuelto con más de 300 ballenas que fueron cazadas en aguas antárticas, según la Agencia de Pesca del país.
La flota, de cuatro barcos del Instituto de Investigación de Cetáceos de Japón, viajó a el Océano Antártico y mató 333 ballenas minke, de acuerdo con el informe, unas 230 eran hembras y aproximadamente el 90% de ellas estaban embarazadas.
Según el Ministerio de Pesca de Japón, la investigación se llevó a cabo como parte de un esfuerzo para entender a las poblaciones de ballenas minke en el Océano Antártico.
En el pasado, los oponentes, incluyendo Nueva Zelanda y Australia, han expresado su preocupación sobre la legitimidad de la opinión de la investigación científica.
Previamente, en 2014, la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas le pidió a Japón detener su programa de caza de ballenas debido a las preocupaciones de sus actividades de caza de ballenas en la región antártica.
Por su parte, Japón continúa rechazando las solicitudes internacionales para detener su programa y afirma que sus actividades balleneras son vitales para un cuerpo más grande de investigación, en oposición a los propósitos comerciales.
La investigación científica obtiene una exención de la prohibición internacional de 1986 sobre la caza comercial; sin embargo, la Corte Internacional de Justicia rechazó las afirmaciones científicas de Japón y ordenó poner fin a su investigación JARPA II, la cual afirma que estudia el mantenimiento y la mejora de la población de ballenas minke y los efectos de los cambios ambientales sobre el suministro de alimentos de la ballena, según su sitio web.
Los cuatro navíos salieron del puerto de Shimonoseki, al suroeste de Tokio, en diciembre de 2015 y regresaron el jueves.
La expedición fue parte de un programa de 12 años que matará a 4.000 ballenas minke.