• Rumores apuntan a que fue robada para rito satánico
  • Otros afirman que es una broma

Redacción – La muñeca que inspiró la película El Conjuro y Annabelle, aparentemente se reportó como desaparecida del museo de los investigadores de sucesos paranormales, Ed y Lorraine Warren, en Connecticut de Estados Unidos.

Aunque aún se desconocen detalles, todo indicaría que fue robada para ser utilizada en un rito satánico, según la información preliminar.

Otro de los rumores es que esto sería parte de la promoción de una nueva película; no obstante, no hay detalles que lo confirmen.

La información es extraoficial, pero definitivamente Annabelle ha sido tendencia en las últimas horas y este caso aún es un misterio, pues no hay fuentes que confirmen o desmientan los detalles.

Historia

Los Warren se encargaron de sellar su vitrina al momento de incluirla en su museo, y nunca fue extraída. Además, los visitantes tienen prohibido tocarla.

Annabelle fue fabricada por una empresa de muñecas tipo Raggedy Ann y fue el regalo de una madre para su joven hija llamada Donna, en el año 1970.

Donna empezó a notar que la muñeca estaba en posiciones diferentes a las que ella la había dejado, o incluso en otra habitación.

La joven también encontraba notas escritas que decían «ayúdanos», «salva a Lou» (así se llamaba su novio), «¿me extrañas?».

Luego de diferentes sucesos paranormales, la familia de Donna contrata a una médium, quien les afirmó que dentro de la muñeca habita el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins, quien quiere ser aceptada.

Los ruidos extraños continuaban, por lo que la mamá de Donna contrató los servicios de los parapsicólogos Ed y Lorraine Warren. 

Lorraine y Ed Warren

Ellos van a la casa, inspeccionan y descartan la existencia de la niña Annabelle Higgins, pero concluyen que, dentro de la muñeca, hay un espíritu maligno que quiere poseer a Donna tras haberle dado permiso de entrar a su vida.

Como la familia decidió deshacerse de la muñeca, los Warren la conservaron en su museo donde tienen artículos de cada caso que tomaban.

A partir de ahí, el museo fue muy visitado para conocer a la famosa y tierna muñeca.

Incluso, coleccionistas han ofrecido miles de dólares por ella, pero nunca tuvo precio.