Redacción. El presidente del Congreso, Eduardo Cruickshank, aseguró que la nueva sede legislativa la podría llamar “la tierra prometida”; porque después de 62 años está edificada sobre sólidos fundamentos, de cuatro pilares; a saber: La Biblia, La Constitución Política, el Reglamento de la Asamblea Legislativa y el Pabellón Nacional, que fueron depositados en un cofre sobre el cual yace la edificación.
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«El diseño fue pensado para garantizar el acceso y transparencia a lo interno, esto es durante el proceso de formación de la ley y la fortaleza a lo externo, cuando la ley es publicada y rige para todos, sin distingo alguno», destacó.
Agregó que atrás quedó la vieja sede legislativa, cuya construcción inició en 1937, con el propósito de ser la Casa Presidencial.
«Su diseño, consecuentemente, no respondía a las necesidades, ni reflejaba los valores, que deben regir el trabajo parlamentario», destacó.
Agregó que en este parlamento, las decisiones se tomarán con la misma transparencia, que sus paredes internas, consolidando de esta forma los valores democráticos del pueblo costarricense de apertura, transparencia y acceso.
El nuevo edificio fue bendecido por el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, quien aseguró que espera que los diputados loren hacer patria desde este nuevo edificio.