Redacción– Disconformes con las consecuencias que provoca la Ruta del Arroz, un grupo de productores de todo el país protestó frente al Ministerio de
Agricultura y Ganadería (MAG), en San José, atravesando un camión y descargaron 7 mil kilos de arroz en granza.
El Ministro del MAG, Víctor Carvajal, salió a conversar con ellos pero no hubo ningún acuerdo y se ordenó a los agricultores recoger el arroz y mover el vehículo, lo que hicieron en medio de gran vigilancia policial.
Los agricultores piden que de manera inmediata se restablezca el arancel del 35% que permite nivelar las condiciones para competir con las importaciones de arroz procedentes de otros países.
Consideran que la rebaja del impuesto sin análisis del impacto social deja en desventaja a los productores nacionales, a quienes las agroindustrias (que no están dentro del Programa de CNP) pagan sumas que no cubren ni los costos de producción.
El agravante se da porque los productores dependen de ellas, ya que el arroz, contrario a otros granos, no se cosecha listo para llevar a la mesa de los consumidores, sino que viene por naturaleza en granza.
Esta es una cubierta altamente abrasiva, compuesta por sílice y que debe ser desprendida por maquinaria industrial especializada, que solo posee la agroindustria arrocera nacional. Además, el arroz debe almacenarse en granza por al menos tres meses para que logre la textura que agrada al consumidor, si se cocina un arroz recién cosechado, se siente completamente pegajoso y no es grato al paladar.
La cáscara del arroz es utilizada en muchos lugares como combustible y generador de gas, para construcción, como sustrato en hidroponía, para hacer camas para cría
de aves, para cuadras de caballos, como compost y abonos, entre otros.
Durante la protesta los productores repartieron bolsitas con arroz en granza a los transeúntes para que conozcan cómo sacan el grano de las plantaciones y el porqué de su dependencia de la agroindustria.
«Ningún ser humano podría consumir directamente el arroz como lo producimos los agricultores nacionales, por eso dependemos de la agroindustria y en este momento nos sentimos entre la espada y la pared, teniendo que dar nuestra cosecha a precios ridículos, pero sin otra alternativa”, manifestó Luis Corea, productor.
«No es como ocurre con los frijoles, que usted los puede empacar y vender en cualquier parte, y cuyos productores en el pasado recibieron ayuda solidaria de medios de comunicación y empresas para que pudieran vender sus cosechas, con el arroz el proceso es más complicado y debe sí o sí pasar por la agroindustria, no vemos a la diputada Pilar Cisneros comprendiendo esta realidad y respaldando a este», agregó Corea.
El pasado 17 de noviembre representantes de los productores arroceros se reunieron con el presidente Chaves, y aseguran que les demostró su interés por desaparecer la Corporación Arrocera Nacional CONARROZ y con ella, a los productores nacionales.
«No vemos interés por parte del gobierno de generar alternativas viables y de sostenibilidad para el sector arrocero, todo lo contrario, observamos la convicción del presidente de desmantelar la producción de este grano en el país, de hecho, Chaves me instó a que no le heredara a mis hijos esa ruinosa actividad», aseguró Wendy Vargas, productora y presidenta de la Asamblea de productores de arroz.