Redacción- Investigadores de Sudáfrica han llevado a cabo un audaz experimento para combatir la caza furtiva de rinocerontes, inyectando material radiactivo en los cuernos de 20 de estos animales como parte de un innovador proyecto de investigación.

El objetivo de este proyecto es utilizar detectores de radiación instalados en las fronteras para rastrear los cuernos y facilitar la detección y arresto de cazadores furtivos y traficantes.

El procedimiento, realizado por veterinarios y expertos nucleares, implica primero tranquilizar al animal y luego insertar cuidadosamente isótopos radiactivos en el cuerno.

Esta técnica pionera fue desarrollada por investigadores de la Unidad de Física de la Salud y Radiación de la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica, quienes esperan replicarla para proteger a otras especies amenazadas como elefantes y pangolines.

El profesor James Larkin, líder del proyecto, explicó: «Estamos aprovechando una red global de monitores de radiación diseñados para prevenir el terrorismo nuclear para interceptar los cuernos de rinoceronte en el tráfico internacional».

La población mundial de rinocerontes ha disminuido drásticamente debido a la caza furtiva, con la demanda persistente de sus cuernos en el mercado negro. Sudáfrica, con aproximadamente 16,000 rinocerontes, enfrenta una pérdida significativa de más de 500 animales cada año debido a la caza ilegal.

A pesar de recibir apoyo de algunos sectores, la iniciativa ha generado controversia ética y críticas de diversos frentes.

Pelham Jones, presidente de la Asociación Privada de Propietarios de Rinocerontes, expresó dudas sobre la efectividad del método propuesto, argumentando que los traficantes han encontrado formas alternativas de eludir los puntos de control fronterizos.

La profesora Nithaya Chetty, decana de la facultad de ciencias de Witwatersrand, aseguró que la dosis de radiactividad aplicada es mínima y ha sido exhaustivamente evaluada para minimizar cualquier impacto negativo en los rinocerontes.

El proyecto continúa enfrentando desafíos y críticas mientras los investigadores buscan soluciones innovadoras para proteger a estas especies en peligro de extinción.