Redacción- Este viernes por la tarde ocurrió un sangriento asesinato a balazos en una lujosa casa en Santa Eduviges de Limón.

Tras el crimen, trascendió que la víctima mortal fue identificada como Jorge Rodríguez, un ex agente del Organismo de Investigación Judicial.

El crimen de Ramírez no tiene ninguna relación con su antiguo trabajo; sino con el nuevo y con quien se convirtió en su patrón.

Rodríguez se vio corrompido por la delincuencia y quienes combatía se lo ganaron con dinero fácil.

Tony Peña Rusell, un líder narco de la provincia, se lo llevó para su bando y lo convirtió en su abogado personal y en un entrenador de sicarios.

Así quedó evidenciado en un vídeo grabado en uno de los entrenamientos que impartía a los gatilleros de Tony junto con otros dos exfuncionarios de la policía judicial.

Según parece, la relación entre Rámirez y Peña había llegado a su final. Fue el mismo líder narco quien ordenó su muerte y los mismos gatilleros que él alguna vez entrenó fueron quienes le dieron muerte.

El crimen de Ramírez quedó captado en vídeo por las cámaras de seguridad de la vivienda y en una de las grabaciones se evidencia que sus mismos familiares sabían que Tony fue quien ordenó su asesinato: «fue Tony», se escucha.

Tal y como se aprecia en la grabación, la víctima, de apellido Ramírez, iba llegando a su casa y era seguido por un carro.

Al ingresar a la vivienda, los sicarios iniciaron a dispararle. En segundos, se bajaron del auto y entraron al garaje de la casa.

Las imágenes, al parecer, fueron captadas instantes después del homicidio, pues se escucha de fondo a familiares muy consternados por lo sucedido.

Una lluvia de balas alcanzó a Ramírez y le quitó la vida en el lugar, según confirmaron miembros de la Cruz Roja Costarricense que atendieron el hecho.

Finalmente, el caso fue asumido por agentes del Organismo de Investigación Judicial, cuyos agentes realizan pesquisas en la escena.