Redacción – La Policía Penitenciaria descubrió en el CAI Antonio Bastida de Paz, ubicado en Pérez Zeledón una “pulpería clandestina” que tenía un privado de libertad.

El Ministerio de Justicia y Paz indicó que al privado de libertad se le decomisaron productos que en su mayoría eran comestibles, los cuales eran ofrecidos al resto de la población penitenciaria.

“En ocasiones la Policía Penitenciaria detecta que hay una persona privada de libertad que concentra productos en demasía, más allá de lo permitido”, explicó Nils Ching, director de la Policía Penitenciaria.

Además de la “Pulpería Clandestina”, se logró el decomiso de 8 pipas, 6 armas punzocortantes y envoltorios con marihuana en su interior.