- 37% de la población sufre de este padecimiento
Redacción – El pasado 31 de mayo de 2024, Costa Rica dio un paso importante en la atención de la hipertensión arterial con la publicación del Decreto N° 44466-S en el diario oficial La Gaceta.
Esta normativa, denominada “Norma Nacional para la Atención de la Hipertensión Arterial en los Servicios de Salud”, tiene como objetivo establecer lineamientos claros y uniformes para el tratamiento de esta enfermedad, buscando reducir la morbi-mortalidad asociada a enfermedades no transmisibles, en particular la hipertensión y sus complicaciones.
Uno de los aspectos más relevantes de esta nueva norma es su enfoque en mejorar la calidad de la atención que reciben los pacientes con hipertensión. Además, se garantiza el acceso a nuevos medicamentos y la estandarización de los tratamientos, sobre todo en la atención primaria, que es el primer contacto de los pacientes con el sistema de salud.
La hipertensión arterial, un factor de riesgo principal para enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, afecta al 37,2% de la población adulta en Costa Rica, según la última Encuesta de Vigilancia de los Factores de Riesgo Cardiovascular de la CCSS (2022).
Esto significa que aproximadamente 4 de cada 10 costarricenses adultos padecen esta enfermedad, lo que subraya la necesidad de estrategias preventivas y de detección temprana.
En el marco del Día Mundial del Corazón, el Ministerio de Salud aprovechó la oportunidad para instar a la población a incorporar la medición regular de la presión arterial como parte de sus hábitos de autocuidado.
Junto con esta recomendación, se promueve llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso adecuado, evitar el tabaco, el alcohol y otras sustancias dañinas, así como garantizar una buena higiene del sueño.
El cumplimiento de estos hábitos, sumado a la asistencia regular a citas médicas y el seguimiento estricto de los tratamientos en personas con enfermedades crónicas, resulta crucial para controlar la hipertensión y evitar sus secuelas graves.
Costa Rica, con esta normativa, refuerza su compromiso de mejorar la atención médica y el bienestar de la población.