Redacción – Tras la confirmación de tres casos de tuberculosis en personas en situación de calle en San Carlos, el Ministerio de Salud ha implementado una serie de medidas para proteger la salud pública y frenar la propagación de esta enfermedad infecciosa.

La situación se agrava debido a que los pacientes se han negado a recibir tratamiento, lo cual complica el control del contagio.

La primera acción fue girar una orden sanitaria que declara inhabitable el lugar donde estas personas duermen, convirtiéndose en un foco de infección para quienes se encuentren en contacto con ellos. Dado el rechazo inicial al tratamiento, el Ministerio de Salud ha unido esfuerzos con la Asociación de Desarrollo de La Fortuna, el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la Fuerza Pública y la Municipalidad de San Carlos.

Juntos buscan trasladar a los pacientes a un entorno adecuado, con personal capacitado y el acceso necesario a medicamentos para asegurar su recuperación.

Dentro de las medidas tomadas, el IAFA propuso ofrecerles acompañamiento psicológico y terapéutico debido a su situación de drogadicción, mientras que el IMAS consideraría brindar un subsidio económico, administrado por terceros, para garantizar un apoyo constante a los pacientes.

Además, se están llevando a cabo acciones preventivas para evitar que personas cercanas contraigan la enfermedad, tales como:

• Exigir a los pacientes recibir tratamiento en un centro hospitalario y cumplir con las indicaciones médicas y controles sanitarios necesarios.
• Realizar una búsqueda activa de posibles contagios en centros de restauración para personas en situación de calle y farmacodependientes, así como en hogares de ancianos.
• Visitar farmacias y macrobióticas para alertar al personal y pedir que reporten cualquier caso sospechoso al área de salud.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que se transmite al hablar, toser o estornudar.

La enfermedad es particularmente peligrosa en espacios cerrados y en personas con un sistema inmune debilitado, y presenta síntomas como tos persistente, fiebre, fatiga, pérdida de peso y dificultad para respirar.

Las autoridades de salud esperan que estas medidas de contención, prevención y coordinación interinstitucional sean suficientes para reducir el riesgo de contagio y brindar a los afectados el tratamiento necesario.