Redacción. Desde el 27 de noviembre, la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE) no ha emitido facturas por sus ventas, lo que está generando un grave problema para las empresas, especialmente por la cercanía del cierre fiscal.
La falta de comprobantes digitales oficiales está obligando a los negocios a recurrir a registros contables provisionales utilizando boletas manuales (manifiestos), mientras intentan calcular los montos de las facturas para no atrasar sus procesos.
Diferentes empresas comercializadoras de combustibles han indicado que están manejando la situación de forma similar, mientras evalúan la posibilidad de comunicar la problemática tanto a RECOPE como al Ministerio de Hacienda.
Sin embargo, las preocupaciones no paran ahí: se teme que el Ministerio de Hacienda tenga dificultades para procesar estas compras millonarias sin facturas electrónicas oficiales, lo que podría derivar en problemas legales y contables.
Sobre una posible fecha para normalizar el sistema de facturación, RECOPE no ha brindado una respuesta concreta a las compañías, manteniéndolas en incertidumbre.
De momento, no podrán emitir comprobantes digitales hasta que el sistema esté plenamente operativo, sin especificar cuándo podría ocurrir esto.
La ausencia de un esquema normal de facturación plantea serios desafíos. En este momento, empresas están considerando la opción de notificar directamente al Ministerio de Hacienda sobre la situación, en caso de que RECOPE no tome medidas urgentes.
El escenario actual no solo genera incertidumbre, sino que también evidencia un problema estructural: ¿cómo se gestionarán estos registros en Hacienda? ¿Qué solución propondrá RECOPE para cumplir con sus obligaciones legales y brindar la seguridad financiera que requieren las empresas?
Mientras tanto, las empresas afectadas están en una carrera contra el tiempo, buscando resolver este dilema en medio del apremiante cierre fiscal.
