San José – Reconoce sin tapujos que es más izquierdista que el propio Frente Amplio y por ello tiene roces con sus compañeros diputados, aspiraría a la presidencia si tiene el respaldo y le tiene sin cuidado que la critiquen por como viste.
Ligia Fallas, una de las diputadas más polémicas de la actual administración y perteneciente a la bancada legislativa del Frente Amplio, reconoció que ha tenido diferencias de criterios con la fracción, las cuales han hecho que se aleje de ella, aunque no para convertirse en diputada independiente.
La legisladora conversó vía telefónica con AMPrensa.com en una amplia entrevista desde Panamá, pues se encuentra en el Parlamento Latinoamericano (Parlatino).
¿Por qué tan radical en sus criterios legislativos?
«No soy radical, sino que si tenemos una ley y vamos a abrir otra ley para modificarla o retrocederla, ¿para qué vamos a aprobarla? Mejor la dejamos como está, a eso es lo que llaman radical en mi posición. No se vale que hay que retroceder para avanzar en otras cosas, por ejemplo, en reforma procesal laboral que hubo un retroceso en el legítimo derecho de huelga, o por ejemplo con el agua, convertirla en una mercancía.
Yo soy racional no radical, me parece irracional que los diputados aprueben proyectos para retroceder».
¿Tiene roces con el Frente Amplio?
«No son tantos roces pero a veces uno llega y tenso el ambiente, ellos tienen una posición de más consensuar, pero a mí no me parece consensuar para retroceder. Ellos quieren llegar a acuerdos, pero yo no quiero acuerdos para retroceder, ahí hemos tenido roces. Yo tengo plenamente claro que para un jefe de bancada es complicado que va y negocia 9 votos y al final no los puede amarrar».
¿Desde cuándo iniciaron esos roces?
«Como personas nos llevamos muy bien, el problema se da en las votaciones, a mí se me ha respetado votar de acuerdo con mi votación, pero cuando ellos negocian no pueden negociar mi voto y ahí ha sido el problema.
Yo creo que el partido no ha tenido problema con eso, el partido no tiene una base totalmente socialista, la que se esperaba, sino que tiene una base de izquierda más reducida, una base flotante de voto protesta contra PLN».
A raíz de esos roces que han provocado que usted se aleje de los criterios del Frente Amplio, ¿sigue comulgando con los principios ideológicos de ese partido?
«No, yo lo he dicho muchas veces, yo no coincido con ellos, yo me considero más de izquierda que ellos. Al final no es un Frente Socialista, es un frente muy amplio, desde los ateos hasta los religiosos, con posiciones ideológicas radicales, es un frente muy amplio. Yo quisiera que todas las decisiones que se tomaran fueran socialistas, pero no se puede».
¿Ha perdido el partido esos principios que menciona?
«Si el partido es un frente amplio que no discrimina a nadie está bien, el problema es que no ha cumplido con la expectativa mía, mi expectativa era diferente».
Usted dijo que José María Villalta es un ‘zafatablas’. ¿Por qué?
«Yo le dije eso por las votaciones que se habían dado con varios proyectos. Yo no comparto procesal laboral, yo no estoy de acuerdo con el proyecto de recurso hídrico, con el empréstito con la CCSS para pagar la deuda, Caja única, entre otros. He dicho que tiene un carisma increíble, pero no he estado de acuerdo y me preocupan esas posiciones».
¿Qué opina de Luis Guillermo Solís? Usted le dijo incompetente…
«Ah, Luis Guillermo ha sido la decepción más grande y no solo mía, también la del pueblo costarricense. Sabemos que a nivel internacional no ha tenido buena visión. Luis Guillermo encima de que no hace las cosas, es un mentiroso, es un mentiroso, le miente a la gente, él se burla del movimiento diversidad, el movimiento animalista ha sido engañado, es algo increíble. Con lo de APM Terminals ha sido increíble, ahí fue cuando yo me llevé la más grande decepción de la vida, pues le dio tres prórrogas más para que presenta los documentos, es una decepción total».
¿Por qué no le interesa su apariencia física? Ha sido ampliamente criticada por sus chancletas.
«Yo considero que en una situación como la que se está viviendo en el país, que nos pongamos a pensar qué viste uno o que no es totalmente risible. No puede ser posible que estemos pensando cómo se viste la gente, habiendo tanta cosa importante. No puede ser, es una pequeñez, a nadie le afectan, a nadie le benefician mis chancletas y además, no soy consumista compulsiva, todo lo que se compre debe ser desechado y se contamina el medio ambiente».
¿No le interesa la presidencia del país?
«Yo no iría sin un pueblo que me respalde, si tengo una base que respalde, yo iría. Cómo va a ir uno sin una base. No me tienta, para nada, yo soy de las que están trabajando más a gusto con el movimiento sindical y generamos más desde la calle, más productivo volver a las calles que estando dentro de la institucionalidad, desde las calles frenamos las cosas y con la institucionalidad todo lo perdemos».