Redacción/Agencias – Un motín en el Complejo Penitenciario Anísio Jobim (Compaj), en Manaos, al norte de Brasil, dejó decenas de muertos y heridos.

Según el juez Luís Carlos Valois, que acudió al lugar de los hechos para negociar el fin de la rebelión, dijo que vio muchos cuerpos y que «aparentemente murieron entre 50 y 60 presos»; sin embargo, mencionó que era difícil precisar la cifra «puesto que muchos estaban descuartizados».

Autoridades aún no han divulgado la cifra oficial, pero el secretario de Seguridad Pública del Estado, Sérgio Fontes, señaló que «60 como máximo».

La rebelión empezó la tarde del domingo, y la situación no se pudo controlar hasta la mañana de este lunes.

El domingo, seis reclusos fueron decapitados y sus cuerpos fueron lanzados hacia fuera.

Al menos 12 guardias fueron tomados como rehenes, pero lograron salir ilesos en las negociaciones con autoridades.

El centro penitenciario de Manaos tiene 1072 presos, el penal más grande de Amazonas, es dominado por la facción Familia do Norte.

La gran mayoría de los muertos en el motín del Compaj este año eran del PCC. Desde octubre del año pasado, la ruptura entre esa facción y el Comando Vermelho (Comando Rojo), grupo criminal fundado en Río de Janeiro y aliado a la Família do Norte, aumentó la tensión en las cárceles de las regiones norte y nordeste del país.

 

Esta es la segunda rebelión más letal de la historia del sistema penitenciario brasileño. En 1992, en la cárcel llamada Carandiru, en São Paulo, murieron 111 presos.