La caída mundial de la aplicación WhatsApp el miércoles anterior, revela una dependencia de tipo patológica de este tipo de servicios de mensajería instantánea, la cual es catalogada, incluso, como una eventual adicción.
«Sólo se puede calificar como abuso el uso que interfiere en las tareas normales», comenta el psicólogo español Manuel Fuentes Gómez.
Este psicólogo, cuyo 40 por ciento de sus pacientes acuden a su consultorio por problemas de uso de nuevas tecnologías, afirma que la introducción de aplicaciones como WhatsApp supone toda una nueva forma de comunicarse, con ciertas características que la diferencian de las tradicionales.
«Introducen un límite artificial pero no real», sostiene el experto, que apunta a que la gente «es capaz de decir por esta vía cosas que no diría en frente a frente».
«Hay que reaprender los recursos y competencias de la comunicación y de sus límites en el área de las nuevas tecnologías», enfatiza.
La realidad es que los límites que nos ponemos en la comunicación personal brillan por su ausencia en la tecnológica. «Esto explica, por ejemplo, los problemas de acoso a través de estas herramientas. Los jóvenes no son conscientes del daño que hacen porque no tiene a la persona cara a cara».
Generador de angustia. Para el experto, el poder estar en contacto continuo sin restricción -lo que facilita el WhatsApp y es imposible en la comunicación interpersonal- hace que cuando eso deja de ser posible, bien porque se cae el servicio o porque se rompe un móvil, se genere «una sensación de angustia» como la experimentada por millones de usuarios en la noche del miércoles.
Un estudio desmostró que un nivel elevado de «soledad social» y la menor percepción de apoyo social son dos factores que elevan el riesgo de uso patológico del WhatsApp.
«Es esa relación social de comunicación lo que configura quiénes somos en el mundo y, cuando se acaba, una parte de mi conexión con el mundo se corta también. Hay que tener mecanismos alternativos para restablecerla», añade el psicólogo.
Por esta razón, el experto cree que hay que educar en el uso de las nuevas tecnologías a los niños, algo en lo que se falla estrepitosamente en la actualidad. www.elespanol.com