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Redacción – En Costa Rica, cada día pesa más el aire de la violencia en el hogar de los costarricenses, a tal punto, que las mismas víctimas asesinadas en diferentes casos entre el 2011 y 2015, reconocen a sus agresores o tenían algún vícnulo con ellos.

Así lo determina  un reciente estudio realizado por la Fundación Arias para la paz, que evidencia mediante datos estadísticos,  contrario a lo que se piensa – que el homicida sería un desconocido – en su mayoría tenían alguna relación, ya sea legal o ilegal.

Solo en el periodo comprendido entre lo años previamente mencionados, el Poder Judicial registra un total de 1570 homicidios dolosos en los que víctima y agresor eran desde vecinos, hasta examante homosexual.

Entre los datos más recientes, en el año 2015  se presentaron 557 homicidios dolosos, de los cuáles 385 fueron con arma de fuego, y las personas fallecidas fueron en un 5% mujeres y 95% hombres.

Las relaciones entre víctima y victimario que devela la investigación, señalan casos hasta cierto punto inimaginables del nexo entre ambos, y que se dan en espacios de confianza.

Relaciones amorosas

Desde amantes homosexuales hasta pretendientes, las relaciones amorosas son de los vínculos más sobresalientes en la información con la que cuenta el análisis.

En total, 154 personas fueron asesinadas en relaciones amorosas en el espacio comprendido entre el 2011  y 2015, figurando los nexos como de pretendientes (7 homicidios dolosos), amantes homosexuales (11) y rivales amorosos (48), entre otros.

Asimismo, en este como en la mayoría de los casos en los que existe una relación, el método empleado fue arma de fuego.

Relación de hechos delictivos

Por su parte, con un vínculo de hechos delictivos en esos cinco años, los números arrojan que 490 víctimas murieron en manos de un compañero de banda criminal, compañero de celda, o en una relación de negocios ilícitos.

Cabe destacar que en estos casos, el agresor utilizó en 28 ocasiones un arma blanca para matar a la víctima.

Relación Familiar

En torno a relación familiar, la información reveló que 87 personas mataron a sus familiares; desde nietos hasta yernos y suegros asesinaron de diversas formas.

Los homicidios en los que el imputado era familiar  de la víctima, evidencian que la violencia está presente en los espacios de mayor confianza.

Relación laboral

La relación laboral contabiliza 39 asesinatos, tanto de compañeros de trabajo como de empleados y hasta exempleados a sus jefes.

Inclusive, en relaciones de negocios la violencia ha estado presente en el país, en lo que se presume serían rencillas por alguna diferencia en las negociaciones.

Convivencia

Por otro lado, en la propia casa no hay  seguridad absoluta, ya que en el tema de convivencia, personas que vivieron con otras asesinaron a sus compañeros en 254 ocasiones.

Esto significa que cuatro víctimas al mes murieron a manos de la personas con la que vivían en el periodo del estudio.

Conocido

La cifra más grande de asesinatos en los que existía un vínculo es en el apartado de los conocidos, misma que alcanza las 492 personas fallecidas.

En esta sección sobresalen ex amigos y compañeros de juego, en los que hombres fueron las principales víctimas por encima de las mujeres, utilizando siempre el método más común como lo es el arma de fuego.

Sofía Cob, funcionaria de la Fundación Arias, señaló que en conclusión tras el estudio, hasta el 2015, las personas que fueron asesinadas por sus conocidos, familiares, o cualquier otra relación, tenían un vínculo.

«La conclusión general es que por lo menos a 2015 que es hasta donde hay datos oficiales disponibles, contrario a lo que se piensa de que será un desconocido el que sea mi homicida, la mayoría de los casos existe de previo un vínculo (ya sea legal o ilegal) entre víctima-victimario», expresó Cob.

Cabe destacar además que un 45% del total de víctimas eran adultos jóvenes que estaban entre los 18 y los 29 años, mientras que un 36% tenían entre 30 y 44 años.